“A
la tercera va la vencida” dice el refrán, aunque demostrado está que la “tercera”
y la “vencida” poco tienen que ver entre ellas. Pude suceder a la primera, como
en Barcelona, o no ser ni a la quinta, como en otros casos. Sin ir más lejos,
Estambul va por la cuarta y a la tercera también perdió. Así pues veamos el
color verdadero que muestra el arco iris en la solapa de Madrid.
RAZONES
DEL EMPEÑO MADRILEÑO:
Evidentemente
Madrid sigue desesperada para ser sede de los Juegos. No logran digerir que
Barcelona fuera sede Olímpica en 1992 (modelo de Juegos tomados como ejemplo a seguir desde
entonces) y que la Capital del Imperio siga sin lograrlos.
Además
de esta necesidad política y emocional a vencer, Madrid asume que de logar los Juegos, alcanzarían otras metas, entre ellas:
La
construcción de urbanismos y edificaciones destinadas a los juegos crearía empleo
y muchos sobres a repartir.
Modernizaría
la Ciudad, como sucedió en Barcelona 25 años atrás.
Ayudaría
a recuperar el prestigio internacional de Madrid y demostrar su altísimo nivel
cultural.
Consolidaría
el estatus y prestigio deportivo español.
Fomentaría
el turismo internacional.
Aprovecharía
y potenciaría las ventajas de los trenes de alta velocidad.
Lo más importante: los
aportes financieros del COI aliviarían la deuda inconmensurable que enfrenta la
Comunidad de Madrid, cuyos intereses consumen algo más del 25% de su
Presupuesto.
REALIDADES:
Ante
este cúmulo de esperanzas, parece innecesario enumerar otros puntos de interés
secundarios. Así pues veamos las realidades:
La
modernización de Madrid, mayormente de calles estrechas, sería una fábula impagable. Seguramente por esta razón los proyectos contemplados están situados en la periferia, ninguno dentro del área verdaderamente urbana.
El
alivio financiero sería ficticio porque las inversiones requeridas superarían
con creces el aporte del COI, exigiendo fondos
inexistentes o más créditos impagables.
El
turismo internacional duraría 6 semanas solamente, el lapso de influencia de los
Juegos, porque Madrid no dispone de atractivos para el turismo de masas,
especialmente clima benigno y playas de mar.
Los deportes marítimos exigirían el complemente de ciudades lejanas de baja población. Barcelona, la única marítima realmente grande, podría considerarse en este arreglo, pero los catalanes seguramente le harían el vacío a los Juegos madrileños.
Los
Juegos que empleasen a Madrid como sede no podrían aprovechar las ventajas de
un tren de alta velocidad (AVE), especialmente después del accidente en Galicia
que demostró el desprecio oficial por sistemas automatizados de seguridad.
El
nivel cultural de la Capital española, que fue expuesto a la prensa en las
personas del Presidente y Alcaldesa de Madrid y el Jefe del COI español, solo
podría calificarse de esperpéntico, abundante en incoherencias y cifras
contradictorias expresadas en un galimatías de español mediocre con inglés
lastimoso.
La única rueda de prensa digna de atención y mención fue ofrecida
por Pau Gasol, empleando español e inglés más que aceptables que en vez de ayudar, dejó a las autoridades españolas en ridículo.
La
Presencia del Príncipe Felipe en Buenos Aires podría haber ayudado a Madrid,
salvo que la imagen de la Casa Real está tan deteriorada que casi habría sido
preferible que Felipe viajase a Suiza para ayudar a su cuñado a llevar la bolsa
de la compra.
ANALISIS:
El
arco iris madrileño parece tener el color de otro fraude emocional a la
ciudadanía de Madrid. Varias son las razones:
La
muy cacareada ventaja del AVE es irrelevante dentro de un área urbana y el tránsito de superficie en Madrid es desastroso.
El
tema de seguridad, vital en la toma de decisiones del COI, deja mucho que
desear. El desastre del Madrid Arena sigue vivo y demuestra que el manejo de
multitudes no es una habilidad demostrada en esa ciudad, además de la
incapacidad moral de los cuerpos de seguridad para documentar las catástrofes y
de los Tribunales para administrar justicia.
La
única ventaja verdadera de Madrid se basaría en la compra de votos. Los
Delegados que recibieran ofertas de pago por sus votos tendrían la seguridad de
que Madrid paga religiosamente tales arreglos. Al fin y al cabo la
corrupción es una práctica protegida, casi legal en España
CONCLUSIÓN:
Sin
más explicaciones y uniéndome al pesimismo de MARCA y Eduardo Inda, doy un paso
adelante y aseguro que
MADRID NO SERA
DECLARADA SEDE DE LOS JUEGOS 2020
LA VENCEDORA SERA TOKYO