Madrid es famosa por las muchas autopistas vacías que allí se han construido. A Mariano Rajoy no le gustan los vacíos, por eso prefiere hacer uso de dos super autopistas personales: la troncal de la INMORALIDAD y la auto vía de la ESTUPIDEZ. En ambas se siente a gusto, identificado a plenitud.

Sobre la autopista de la INMORALIDAD, los alcaldes del PP, diputados, senadores y hasta el mismo Presidente, están inmersos en una competencia para demostrar quién puede ser más corrupto y descarado. El muy famoso "nada es cierto salvo algunas cosas" de Mariano Rajoy, se ha transformado en "todo es verdad y mucho más que aún no se sabe".

han venido surgiendo periódicamente, semana tras semana, cual surtidores de mierda luminosa que convierten el cielo de Madrid en puestas de Sol marrón verdoso.

Su estupidez supina le impide levantar el pie del acelerador y pisar el freno, decidido a pasarle la culpa al T.Constitucional. Por eso le envía las sentencias precocinadas, en la seguridad de que sus vasallos obedecerán ciegamente y se chuparán el marrón cuando ya no quede nada más que chupar ni robar.

Desde luego, los muchos cambios entre las autopistas de la INMORALIDAD y la ESTUPIDEZ pueden conducir a confusiones, como la acontecida esta última semana de Octubre, cuando la putrefacción máxima del PP surgió a flote y en vez de conjurarla, Mariano prefirió decir "paso" y enfilar su estupidez hacia el catalanismo.
Mariano sigue apuntando mal sus baterías porque el convocante al 9-N no no es Artur Mas y tampoco Oriol Junqueras. El protagonista de esta batalla es la sociedad civil catalana, bajo el mando de dos respetables damas de mirada dulce y ademanes suaves, poseedoras del poder de convocatoria en Cataluña, a cuya voz responde la sociedad en plazo inmediato.
Perder la batalla ya sería vergonzoso para el poder de Madrid, pero salir derrotados frente a dos damas indefensas, vamos...
La estrategia del Gobierno totalitario de España se ha estrellado nuevamente: la infamia contra el Alcalde Trías ha demostrado ser una sucia y burda maniobra palaciega típica de Rajoy. El intento por parar la consulta del 9-N fracasará porque los catalanes han sacudido las cadenas dispuestos a dejar a La Moncloa y al T.Constitucional en el charco del ridículo ante el mundo.