miércoles, 21 de noviembre de 2012

PASO EL TIEMPO PARA ESTATUT O FEDERALISMO

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Sabio refrán que podríamos aplicar al Partido Socialista Obrero Español, PSOE,  en lo referente a la relación política que propone para España y Cataluña, cual un conejo sacado del sombrero al que llaman federalismo. No han podido aceptar que se trata de un amor imposible ni han comprendido que en la medida que lo admitiesen,  mejor les iría en las votaciones del 25-N.

Si bien es cierto que las relaciones afectivas entre españoles y catalanes nunca fueron apasionadas, podríamos decir que eran toleradas. Que Madrid ha maltratado históricamente a Cataluña es una verdad como un templo, que todo lo catalán era motivo de burla descarada por los madrileños, evidente y que nuestra laboriosidad era admirada, también y alentada para magnificar la explotación.

Estas simples verdades demuestran la relación amo -sirviente que mantuvo España con su colonia peninsular. Si lo tradujésemos en una circunstancia humana, se me ocurre la del empresario que le explica a un amigo su relación con un trabajador: "Ramón está conmigo desde hace más de veinte años, lo tolero a pesar de sus cosas, ridiculeces propias de los catetos, porque trabaja como un burro".

Es tal el complejo de superioridad de Madrid en relación a Cataluña, que ante las fotos de la marcha del 11 de Septiembre, se rieron a mandíbula batiente tratando de minimizar su efecto e inmediatamente agregaron a sus burlas las amenazas, como hacían con los indígenas de América. Razón tiene Artur Mas al evocar las palabras que Mahatma Gandi empleó para alentar a sus seguidores: "Antes nos ignoraban, después se burlaron de nosotros y ahora nos atacan. Señal de que estamos ganando".

Las agresiones de Madrid solo han empezado. Cada día serán más fuertes, más sucias y nada les detendrá, ni siquiera el ridículo que están haciendo ante el Mundo. Para atemorizar a los catalanes ya están haciendo uso de la fuerza del Estado, la prensa y medios audiovisuales, contactos internacionales, medios financieros... Evidentemente el Gobierno de España no está interesado en recomponer las relaciones con su colonia sino en someterla, pero han confundido nuevamente el objetivo porque su enemigo no es el President de la Generalitat sino el pueblo de Cataluña y a medida que agraven los ataques, más rencor generará.

Haría bien el Gobierno de España en comprender que la SEPARACION DE CATALUÑA es un hecho cumplido que ya está teniendo lugar. El rencor creado en un bando y fomentado en el otro, ha alcanzado tal magnitud que es irreversible. Lo compararía con un matrimonio en el que una de las partes ha decidido romper la relación, pero la otra se niega de firmar los papeles del divorcio y resolver los temas económicos. A medida que se prolongue esta situación, la relación se agravará y peor será el arreglo final porque el rencor se traducirá en odio y en deseos y estrategias de venganza.

La conciencia de que bajo la bota de Madrid es imposible vivir, ha tomado cuerpo en Cataluña a través del tiempo y la decisión de defender nuestras tradiciones, valores y lengua, se ha convertido en una lucha sin cuartel. Los catalanes, en su gran mayoría, hemos decidido que nos nos van a "españolizar", como se ufanan en proclamar triunfalmente desde el Gobierno, una falta de tacto tradicional que les está pasando factura.

Todo lo dicho viene a cuento del discurso del PSOE catalán. La falta de visión en el caso de los socialistas catalanes ha dado paso a la propuesta de una federación a la española, creyendo que la idea podría ser aceptada en Cataluña. El portavoz de tal exabrupto, Pere Navarro, se está equivocando por tres razones principales que le costarán muchos votos:

  • Las autoridades nacionales del PSOE ya han declarado públicamente que no quieren oír hablar de federalismo. Ellos, igual que sus homólogos en el PP, solamente están interesadas en continuar ordeñando a Cataluña y una federación no lo permitiría.
  • Esta propuesta quedó fuera de consideración el 10 de Septiembre pasado, cuando Mariano Rajoy, con o sin portazo, le señaló a Artur Mas que la discusión de un arreglo financiero con Cataluña estaba fuera de agenda.
  • Los catalanes nos hemos cansado de la relación con Madrid y únicamente aspiramos a separarnos políticamente de España, a cualquier costo, por las buenas o por las malas.

Por lo visto la separación de Cataluña será por las malas, con graves consecuencias para ambas partes. La falta de visión de la política española, un caso de miopía evidentemente histórica según los resultados, hará imposible las relaciones futuras y no dudamos que en la frontera de Aragón se levanten barreras y aduanas ¿Volverá a repetirse la historia de América?

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