Ante
todo deseo aclarar que, salvo las muertes de los dos catalanes en el accidente
del tren en Santiago, el tema del AVE debe ser visto y tratado desde Barcelona como
un asunto exclusivamente español. Ellos
se lo cocinaron y que ellos se lo coman.
En
lo referente al tren de alta velocidad, comprendemos que cualquier negociación
a futuro deberá desechar arreglos con España. Cataluña debe limitar sus relaciones
actuales con Renfe a tomar nota de lo que ha de evitarse y corregir cuando reconstruyamos
el transporte público tras la Independencia. Si para ello necesitamos ayuda,
recurramos a Europa y diseñemos una organización que cumpla con los siguiente
preceptos mínimos:
- Las redes de velocidad media deberán extenderse únicamente a regiones cuyos estudios de desarrollo exijan a futuros servicios de alta velocidad.
- Las
trenes de alta velocidad cubrirán trayectos económicamente rentables y
adaptar sus itinerarios a las fluctuaciones estacionarias de tráfico.
- Los
sistemas de seguridad deberán evitar las emociones propias de los circuitos de
Fórmula 1. En ningún caso dejarán en manos de los maquinistas las
decisiones estratégicas sobre velocidad y descarrilamientos.
- Las
características técnicas de equipos y vías seguirán las directrices de Europa,
con adaptaciones menores para inter-conexiones a las redes españolas.
- La red
ferroviaria de Cataluña estará diseñada para servir al país, en ningún
caso a Barcelona como centro de poder, evitando la característica radial obligada hasta el
presente, que impone la Capital (Madrid en el presente) como origen y destino.
- La
comodidad y aspecto de los vagones será homogénea a través de Cataluña.
Ninguna región y mucho menos la Capital, disfrutará de mejores condiciones
que otras.
- La
seguridad de pasajeros y operarios privará sobre los costos de
construcción y rentabilidad circunstancial. Unicamente operarán aquellas
rutas cuya seguridad esté garantizada por encima de cualquier variable
humana, ya se trate de salud física y mental del personal, errores de
juicio, climatología, obstrucciones en las vías, fallas de energía y otras
circunstancias.
- Salvo las
variables atribuibles a Dios, nada justificará el más mínimo incidente o
característica que ponga en peligro la integridad física de personas y
mercaderías.
- Los
horarios de salida de trenes serán respetados a cabalidad y la duración de
los viajes estarán ajustados a variaciones climáticas inevitables.
- Los
castigos al personal por retrasos de itinerarios estarán prohibidos, salvo
que obedezcan a acciones de sabotaje.
- Clientes
y usuarios disfrutarán permanentemente de información sobre el desarrollo
e incidentes del viaje.
- No se
permitirán comisiones por obras contratadas ni suministros. Así mismo
estará prohibido desviar fondos en la administración del servicio por
hurtos u otros propósitos.
- Todo
problema relacionado con falta de probidad administrativa será resuelto a
través de los órganos policiales.
- Prohibido
meter familiares y amigos de Directivos en la Empresa, salvo que hayan
calificado al cargo a través de oposiciones independientes.
- Los Directivos
y Presidente de las empresas ferroviarias serán personal de carrera, con
estricto respeto a los principios de escalafón y meritocracia. Ningún
cargo será designado y mucho menos impuesto por razones políticas o
filiación con el Gobierno de turno.
Ciertamente
parece que estuviéramos hablando de una tarea titánica, no en sus aspectos
técnicos sino en lo referente a la moral, pero creemos que el esfuerzo
independentista ayudará a deslastrarse de los pillos que viven del delito en
nuestra política. Para entonces los ladrones del Palau de la Música Catalana y
de las ITV deberían estar procesados y en la cárcel.
Desde luego confiamos en que la Independencia nos libre de la chusma del PP y el PSOE, cuyos dirigentes se habrá quedado a robar en
Madrid, donde es legal. Seguramente RENFE habrá retirado sus rieles y trenes de
Cataluña y ENDESA habrá mudado sus transformadores y cables a Sevilla, dejando en Cataluña unos vacíos
que ofrecerán un ambicioso plan de trabajo e inversiones para corregir el
desempleo.
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