
Cada vez que escucho a los políticos del "PPSOE" y a los comentaristas pagados por los dueños de España bendiciendo la Constitución Española, esa que llaman "La PEPA", reafirmo mi convicción de que es una bazofia.

Seamos sinceros: la Constitución Española no pasa de ser un conjunto de reglas antisociales convenidas para proteger a los dueños del Reino y mantener callados a los siervos. "La Constitución es intocable", repite el Gobierno, aunque la ha cambiado cada vez que ha convenido o lo exigen desde la U.E.
La cambiaron hace pocas semanas atrás, de urgencia, como el que busca un retrete en la calle. El cambio fue para sacarse de la manga un blindaje jurídico ilegal para el Rey que salió jubilado y forrado, o sea para un ex empleado.
En realidad, la Constitución Española fue armada por cinco o seis redactores reunidos en Madrid, bajo la estrecha vigilancia del Ejército y siguiendo sus órdenes. Una vez acabada y revisada en los cuarteles, la presentaron a referendum popular.
Fue aceptada masivamente, reacción favorable que se explica en las circunstancias de aquella época: hasta un trozo de papel higiénico habría sido aceptado por la población aterrorizada, esperanzada con librarse de las bayonetas que llevaban clavadas en la espalda desde hacía 50 años.


1- Los crímenes cometidos por los asesinos y ladrones del Franquismo quedaron impunes. Todos los bienes y propiedades robadas a los republicanios seguieron perteneciendo legalmente a los ladrones.
2- La Iglesia Católica continuaría disfrutando del derecho a registrar la propiedad de todos aquellos bienes que pudiera sustraer. Años después Aznar se aseguró de ratiificar este aparte.

4- La estabilidad política de esos partidos se aseguraría con un sistema electoral que permita llevar a Las Cortes gentuza designada y comprometida con el PPSOE. Es así como encontramos entre Senadores y Diputados algunos ladrones y mujerzuelas, sinvergüenzas y abalfabetas, que fueron postulados anónimamente y elegidos en las listas electorales cerradas que se estilan en España.

6- Por si ello no bastara, la Constitución asigna más de 17.000 blindajes especiales, llamados aforamientos, para que los operadores de la mafia sean intocables.
7- Y si aún así no fuera asuficiente, establecieron una medida de gracia (los indultos) para que ladrones y estafadores inevitablemente condenados por la groseria descarada de sus crímenes, sean "perdonados" sin obligación de devolver el fruto de sus crímenes.

Esa tal PEPA es verdaderamente merecedora de un entusiasta
!VIVA LA PEPA!
porque es una orgía sin control de sinvergüenzas que viven a costa de joder a los catetos de España, que somos todos, menos los que dirigen la mafia financiera y su ejército de operadores políticos. 

Rita Barberá no es una vieja gorda, como algunos le llaman, es una aprovechada que, con Francisco Camps, emplearon la Feria de Valencia y la Ciudad de las Ciencias y las Artes para saquear Valencia al amparo de la Constitución. Carlos Fabra tampoco es un vulgar depredador de los bienes públicos, sino un voraz ladrón que con sus antepasados, han estado esquilando a Castellón mientras ensalzaban la Constitución.
Miguel Blesa, Rodrigo Rato y sus compañeros de Caja Madrid y Bankia, son beneficiarios espectaculares de La Pepa. Sus víctimas, centenares de miles, se quedarán con dos palmos de narices mientras esos tipos siguen brindando a la salud de la Constitución con el dinero robado a la entidad bancaria y las estafas de las preferentes, con lo defraudado a la Comunidad de Valencia, que suman cientos de veces más de lo que robaron en Andalucía con los ERESs, en Baleares y Cataluña con los contratos, en Galicia con el tráfico de drogas, en Castilla León con la basura y en Madrid con la salud pública.
Dejémonos de excusas baratas. Las políticas se juzgan por sus resultados y la realidad de España es tan buena o tan mala como su Constitución. Juzguen ustedes mismos.
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