Las lecciones de historia y política que España ha dado y sigue dando al mundo civilizado pueden resumirse en tres palabras: RAPÌÑA, ESTUPIDEZ e INFAMIA. Esas son las razones que han llevado a Cataluña a luchar por su independencia. Los catalanes no luchamos para separarnos de España como un fin en sí mismo, sino como el medio para poder desarrollarnos en la medida de nuestra capacidad y disfrutar la vida como lo merezcamos. En pocas palabras, luchamos para librarnos de la RAPIÑA fiscal, la ESTUPIDEZ legal y las INFAMIAS sostenidas por los que han gobernado y siguen gobernando en España. Claro está que, como en tiempos pasados, los verdaderos gobernantes de España no son los políticos de oficio, esa chusma variopinta asociada en mafias disfrazadas de partidos políticos. Los que mandan son aquellos que siguen manteniendo a la población del país bajo condiciones de servidumbre inapelable.
¿Hay razón para que bancos y financieras puedan estafar y desahuciar a sus clientes repetidamente, sin compensación o castigo a cambio? ¿Hay explicación para que el Código Penal español continúe sin revisión desde el Siglo XVII? ¿Cómo puede admitirse que el Tesoro Público sea empleado para avalar contratos privados y reflotar bancos quebrados por sus dueños? ¿En qué sociedad está permitido asesinar impunemente cientos de pasajeros a manos de los transportistas? ¿Puede alguien justificar que la memoria del asesino Francisco Franco siga siendo mirada cual un obelisco de virtudes por el Gobierno?
España es víctima de su historia de Gobiernos alternados entre social-cristianos y socialistas, a los que no les han permitido administrar el país en beneficio de su población. Los dueños del país, aquellos pocos que siempre han mandado en España, son los únicos beneficiarios de la acción de gobierno, porque gobierne quien gobierne siempre gobierna para ellos ¿Y cómo han logrado esos señorones que los gobernantes se atengan a tal canallada? Muy fácil, metiendo dinero a sacos en sus bolsillos.
El anacronismo moral, social, jurídico y económico de España ha sido posible gracias a su aislamiento geográfico, que ha permitido a unos pocos retener sus privilegios. Ni siquiera las advertencias de la Unión Europea y fallos del Tribunal Superior Europeo han logrado democratizar España
¿Cómo puede explicarse tal vacío de justicia? Es muy sencillo: los que mandan no son los que están en el Gobierno, ni en el Congreso, sino en despachos de bancos y grandes empresas, dando órdenes y pagando para que se cumplan.
Ellos son los que mandan, hacen y deshacen, distribuyen hambre y controlan escuelas, ascienden generales y cierran hospitales, estafan con la luz y se apropian del gas, causan terremotos y planifican sequías, mandan a matar o a condecorar según les convenga, igual que ordenaron que se fuera el Rey que ya no les servía y coronaron a su hijo que sí les sirve.
Que España ha vivido en el oscurantismo y aislada del mundo civilizado es innegable, tanto que todavía lucha contra la corriente civilizadora occidental impidiendo la adecuación de sus líneas férreas al ancho europeo para que "No nos invadan los franceses". Al mismo tiempo dificulta el aprendizaje de otros idiomas y obliga a estudiar el Catecismo antes que Geografía e Historia contemporánea. Es el fanatismo imbécil de un Gobierno que coloca crucifijos en las escuelas antes que las imágenes de Newton o Graham Bell.
Claro está que, para evitar que la califiquen de atrasada, España ha decretado 7 Leyes distintas y contradictorias de Educación en los últimos 34 años. En cambio ningún político se ha atrevido a sugerir cambios en el vergonzoso estamento militar.
Otras regiones de España sufren las mismas condiciones adversas que los catalanes pero no se quejan. Las dos Castillas, Extremadura, Valencia y Asturias son felices en su situación. Allá ellos con su suerte y que les vaya bien.
A diferencia de otros casos similares de la Historia, grupos étnicos y conjuntos culturales homogéneos, que se han independizados de sus opresores, los catalanes que gritamos INDEPENDENCIA constituimos todas las clases sociales, raciales, intelectuales y económicas. Somos trabajadores, hombres y mujeres, jóvenes y abuelos, labriegos y universitarios, ricos y pobres, paletas y arquitectos, empresarios y asalariados, maestros y alumnos, enfermos y médicos, espectadores y deportistas, compositores, actores y artistas ...
Con la misma importancia, venimos de orígenes distintos como lo demuestran nuestros apellidos: Ripoll, Martín, Puig, Pérez, Smith, Mingueli, Roca, Horgesson, García... Es cierto que muchos somos descendientes de españoles que vinieron a Cataluña en busca del futuro que su tierra les negaba, pero somos catalanes y aspiramos a un país distinto de Espàña; un país donde las personas seamos importantes y cuyos gobiernos trabajen para el bien común. No queremos dejar nuestro terruño, como tuvieron que hacer nuestros abuelos y están haciendo nuestros jóvenes, para sobrevivir.
Tal diversidad de gente en la sociedad catalanista, definida como transversalidad, no puede estar equivocada. Gente que además admite a otros que no compartan sus ideas, como ,lo demuestra la Feria de Abril de Barcelona, andaluza como ninguna. La infamia repetida en España de que los españoles son perseguidos en Cataluña es una infamia típica de España.
¿Será desconocida la corrupción en la República Catalana? No. Naturalmente que sufriremos corrupción, como la que ha habido en el pasado, pero aspiramos a que sea autóctona para poder luchar contra ella. No queremos una corrupción omnipotente como la que sufre España, madrileña, fuera del alcance de la ley, protegida desde el Gobierno y el Poder Judicial. No aceptamos seguir siendo víctimas de super ladrones y mega estafadores imposibles de meter en la cárcel.
Queremos jueces que no teman a las represalias por meter en cintura a un corrupto. Queremos fiscales que persigan el cimen, no que defiendan a los corruptos como en Baleares y Madrid y mucho menos que se repitan los casos de jueces enjuiciados por perseguir delincuentes, como Garzón y Silva.
Por eso queremos la INDEPENDENCIA en Cataluña. Para eso estamos unidos y sumando esfuerzos. Por la INDEPENDENCIA hemos realizado movilizaciones espectaculares a través de campos, ciudades y montañas, y marchas de millones de ciudadanos que hemos salvado distancias y desafiado las inclemencias del clima para gritar INDEPENDENCIA. Por esa INDEPENDENCIA han depuestos sus siglas e intereses varios partidos políticos y aunado esfuerzos con la sociedad civil hasta consolidar una lista única, que demuestre en las votaciones de Septiembre venidero, que somos una nación y que seremos INDEPENDIENTES a pesar de la abulia europea y el cinismo salvaje y agresivo del Estado Español.
En la actualidad, la lucha por Cataluña está dirigida por cinco personajes principales. De izquierda a derecha: un independiente que renunció a su escaño en Bruselas para luchar por Cataluña, una líder social de la Asamblea Catalana, una maestra que dirige Omnium Cultural, el Presidente de Cataluña y el Alcalde de Sant Vicents dels Horts. Sociedad civil y partidos políticos a un solo fin.
ESTAMOS EN EL MISMO BARCO CON LA DIFERENCIA QUE EL PUEBLO NO TIENE TRABAJO NI QUE COMER Y MRNOD DONDE CAERSE MUERTO
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