Aspecto de Bruselas a las 14:00 hr del 7 Dic. 2017 |
Hace apenas una semana, el pasado 7 de Diciembre tuvo lugar en Bruselas una concentración del independentismo catalán. Considerando que a Barcelona le separan casi 1400 Km de la capital europea, nadie se atrevía a imaginar que la meta de asistencia, 20.000 personas, pudiera alcanzarse. El costo estimado por traslado, pernoctación y alimentación subía a 1.300 € promedio por asistente, caprichos y eventualidades aparte. Ese costo dificultaba aún más las aspiraciones de los organizadores, Omnium Cukltural y la Asamblea Nacional Catalana ANC, razón para que muchos de nosotros dudásemos, quizás menospreciando la fuerza espiritual de la libertad. Para sorpresa de propios y extraños, Bruselas fue invadida, sus calles se vieron congestionadas y los hoteles reventaron con gente en el lobby y los pasillos, bares y restaurantes habilitaban mesas y traían sillas del vecindario y los hogares belgas que ofrecieron alojamiento gratuito a los catalanes se llenaron con visitantes agradecidos que se entendían por señas.
Autobuses, coches y auto-caravanas congestionaron las carreteras de Francia, desde Barcelona hasta Bruselas |
Naturalmente los actos de Bruselas generaron reacciones allí y en España. Veamos algunas declaraciones a las que he agregado los comentarios que considero oportuno.
UNION EUROPEA:
Solamente un vocero de segundo nivel, perteneciente a la Asamblea Europea, se atrevió a comentar el hecho sin salir de la Sala de Prensa, señalando que había sido gratamente sorprendido por la visita masiva de catalanes, pero que los problemas se resuelven con las leyes y que si éstas necesitan modificarse, debe hacer de acuerdo con la ley. En pocas palabras, las minorías no tienen derecho a aspirar trato justo ni justicia política.
Algunos euro-diputados tomaron la palabra en la tarima de oradores de la manifestación, entre los cuales había catalanes, españoles y varios europeos entre ellos los diputados de Gales, Estonia y Eslovenia.
ESPAÑA:
En Cataluña, inmersa en la campaña electoral que se inició tras la toma de la Generalitat por fuerzas del Gobierno Central, los comentarios llegaron de los partidos opositores: P.Popuular, Ciudadans y Socilaitas (PSC), reunidos en esta foto de archivo, satisfechos por la paliza que las fuerzas enviadas desde España habían propinado a los catalanes que se habían atrevido a a desoír la prohibición de votar el 1º de octubre.
El día 6 de diciembre, justo antes de la llegada de los independentistas catalanes, estos partidos habían enviado por tren y aire una masa de voluntarios pagados que se habían sumado a los funcionarios españoles en Bruselas para manifestar su apoyo a la Constitución y rechazar Cataluña.
500 personas estuvieron gritando consignas ante oradores desconocidos durante dos horas,según información recabada en el sitio, aunque sus organizadores aseguraban haber movilizado más de diez mil patriotas.
Diez mil parece ser una cifra mágica, porque es la misma que le acreditaban a la concentración de independentistas del día 7, por aquello de que las fuerzas políticas en Cataluña estarían relativamente niveladas, con evidente ventaja para los partidarios del Gobierno de Madrid que, tras la invasión y las palizas el 1º de octubre, habrían asustado a la población y adquirido una evidente ventaja electoral. Sin embargo, los comentarios e insultos escuchados por boca de estos personajes, sugerían que la sensación era de ahogo, estupor doloroso ante la fuerza inaudita generada en Cataluña tras los ataques a su población.
Desde el Palacio de la Moncloa las inefable Vicepresidenta de España y Presidenta de Cataluña, diminita de estatura y oscura de mente, se despachó con ironías asegurando que era el documento de identidad español, DNI, el que concedia la nacionalidad europea y el derecho a viajar a Bruselas para manifestarse.
Creo interpretar a millones de españoles en toda la Península, cuando afirmo que, para ser europeos, varias nacionalidades son preferibles a la española. Aunque no produzcan jamón de Jabugo ni disfruten del Sol 10 meses al año, Francia, Alemania, Holanda y Dinamarca disfrutan de democracias desarrolladas, leyes justas, jueces confiables y economías consolidadas. Casi todos los países de Europa disfrutan de políticos que renuncian a sus cargos en cuanto se descubre que no pagaron una multa de tránsito. Son Gobiernos que evitan a sus ciudadanos la vergüenza de vivir bajo el yugo de corruptos impunes como sucede en España, cuya Administración está plagada de ladrones disfrazados de políticos, que roban y estafan miles de millones al Fisco bajo la protección del Estado y la Justicia.
La señora Sáez de Santamaría haría bien en medir mejor sus palabras, porque ser español significa ser paisano de Rodrigo Rato, Luis Bárcenas, Fco. Granados, Manuel Cháves, Jordi Pujol, J.M. Aznar, Javier Arenas, Felipe González, J.L.Gallardón, Fco.Cams, López Viejo, Mariano Rajoy, Antonio Griñán, FedericoTrillo, Ignacio González, algunos miembros de la Casa Real y muchos otros españoles del entorno y afecto de La Moncloa. Personalmente preferiría mil veces poseer el DNI de Suecia, Austria o Andorra antes que el de España.
ELECCIONES del 21-D
No podría dejar pasar el momento para recordar que el P.Popular es el protagonista del golpe de Estado contra el Gobierno de Cataluña, partícipe en las elecciones del 21 de diciembre, fecha en la que hay mucho en juego y "dueño" del Sistema electoral.
Tratándose de que ese partido tiene entre sus Dirigentes a más de 900 imputados por corrupción y estafa al Fisco, lo que lo califica cual verdadera mafia política sin escrúpulos, debería ser obligatoria la presencia de observadores internacionales que velen por la limpieza del Proceso, especialmente porque los agentes del P.Popular han saltado cual liebres ante los perros a la primera sugerencia de tal necesidad. El P.Popular, primer partido político europeo en ser llevado ante la justicia por destrucción de pruebas incriminatorias en un proceso criminal, no es de fiar y debe ser considerado como lo que es: una asociación delictiva que NO GARANTIZA UN PROCESO ELECTORAL NI SUS RESULTADOS.
Por lo pronto las encuestas conocidas muestran una nivelación en la intención de votos, pero estoy convencido de que, si la votación es medianamente limpia y los resultados respetados, las fuerzas catalanas volverán a demostrar su dominio político.
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