Días atrás Enric Millo, Delegado del Gobierno de Madrid en Cataluña, tuvo la desfachatez de advertir que ya era hora de olvidar el 1º de Octubre. Este personaje se refería a dar por pasados los palos, las heridas, las ofensas, la invasión y el "A por ellos", como expresión de dominación inmisericorde hacia los enemigos de España. Era la misma expresión que empleaban las tropas castellanas para entrar en calor antes de lanzarse a la batalla contra moros, ingleses, franceses o flamencos, salvo que en aquellas batallas cargaban contra soldados armados hasta los dientes y el 1º de Octubre fue contra ciudadanos pacíficos, hombres, mujeres y ancianos que sostenían una papeleta entre los dedos esperando su turno para votar.
Ese 1º de Octubre más de doce mil "valientes" armados con uniformes protectores rígidos de choque, botas y guantes con refuerzos de acero, cascos, palos y en algunos casos fusiles y gases irritantes, atacaron sin miramientos a quienquiera que encontraron en su camino para hacerse con urnas y papeletas de votación custodiadas por gnte de paz, demócratas que ejercían su derecho al voto. Las hordas criminales golpearon, hirieron, rompieron miembros, arrastraron hombres, mujeres y ancianos por el suelo, rompieron escuelas y destrozaron bienes sin miramientos ni consideración, en "cumplimiento" de una orden judicial española.





¿OLVIDAR el 1º de Octubre? Jamás. Yo seguiré el ejemplo de miles y miles de catalanes que cultivamos y seguiremos manteniendo vivo en nuestros descendientes el recuerdo de la atrocidad de ese día, enseñándoles las imágenes de sus enemigos, las caras de Rajoy y Zoido, Sánchez y Rivera, Soraya y los demás verdugos que dirigieron la barbarie. Grabaremos las imágenes de esa gentuza en la memoria y conciencia de nuestros descendientes para que jamás olviden quienes mandaron a pegarle a su madre y arrastraron a su padre por la avenida Universidad mientras uno de esos cobardes le arreaba palos en la cabeza y otro le pegaba con las botas en las costillas.
¿OLVIDAR el 1º de Octubre? Jamás, Sr. Millo, jamás.
¿OLVIDAR el 1º de Octubre? Jamás, Sr. Millo, jamás.
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