EN POLITICA LA TRAICION TIENE UN PRECIO

Recopilando sobre las elecciones de CATALUÑA, encontramos que el hecho más sobresaliente ha sido el descalabro relativo de CIU, que de 62 diputados en el Parlament bajó a 50. Claro está que la puñalada por la espalda que desde La Moncloa planificaron contra las elecciones catalanas, tuvo mucho que ver en los resultados, pero también que los catalanes decidieron no darle mayoría absoluta a un solo partido.

Los votantes de Cataluña, atendiendo a los diversos pedimentos para GOBERNAR de los partidos políticos, les encargaron esa responsabilidad a tres partidos en orden descendente de favoritismo y responsabilidad:

• CIU con 50 diputados 
• ERC con 21 diputados 
• PSC con 20 diputados

De ellos, los dos primeros ofrecen llevarnos a la independencia y el tercero a un federalismo altamente improbable, lo cual debería dar pie automáticamente a que CIU y ERC se unieran para formar un Gobierno estable que afronte las dificultades socio económicas que se ciernen sobre Cataluña y le hagan frente común al expolio fiscal y amenazas de Madrid.

Para satisfacción de los catalanes, Artur Mas tendió la mano a ERC desde la misma noche de los comicios, convencido de que sería aceptada con decisión. NO HA SIDO ASI. Esquerra, por voz de Oriol Junqueras, ha manifestado que su partido solamente está en disposición de apoyar al Gobierno de CIU y facilitar sel nombramiento de las Autoridades y el Presupuesto, pero hasta ahí. No formarán parte del Gobierno, no participarán de las funciones ni de las responsabilidades que ello conlleva. En pocas palabras: Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) ha centrando sus intereses en la protección de sus parlamentarios contra el posible desgaste del poder en tiempos de crisis. La Izquierda de Cataluña no tiene la disposición suficiente ni está dispuesta a meter el hombro y hacer lo necesario para paliar la estrechez en favor de sus votantes y cumplir sus promesas electorales.

Yo,  uno de los incautos que  voto por Oriol Junqueras y ERC, me arrepiento. No merecen la confianza que deposité en ellos. Desconozco cuales pueden haber sido las razones de los otros 474.130 electores para darles su confianza. Mi motivación fue buscar un Gobierno pluralista e independentista, en el que la Izquierda tuviera peso específico. De retruque me encuentro ante una organización que rehuye sus responsabilidades, traiciona mi confianza y se dedica a proteger sus cuadros pensando en las próximas elecciones y olvidándose de Cataluña.

Ya es tarde para rescatar mi voto, tarde para enterarme que ORIOL JUNQUERAS es un cobarde en quien no deberíamos confiar. Solamente me resta rezar para que al señor ORIOL JUNQUERAS y a los Dirigentes de ERC, la conciencia les impida dormir, les broten varices, se les pudra el nervio ocular, sufran de sabañones, les ataque el reuma y mil plagas más, hasta que llegue el día que CATALUÑA, en mi nombre, les cobre la traición.