Es
asombrosa la actitud de ignorancia que los órganos oficiales y de comunicación
españoles pretenden aparentar hacia la Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural. Es la misma dejadez histórica que el centro del poder Borbón y a ratos fascista, demostraron hacia Castilla, Andalucía y Extremadura,
manteniendo esas regiones en la incapacidad laboral y el subdesarrollo para asegurar su obediencia ciega a Madrid. Para sostener con vida a esos indigentes, la mitad de la
población del Reino, contaban con la otra mitad, los trabajadores del Norte, que
vivían sobre el arado o las máquinas de sol a sol, vascos en los
altos hornos, asturianos en las minas, catalanes en las fábricas, riojanos en
los viñedos y mallorquines tendiendo camas para los alemanes- A la vez que sostenían el Reino, la Corte
Española, sus cortesanos y sus guerreros apartaban de la recaudación todo lo que podrían y amasaban fortunas, pero tantos años de
abusos han llevado al llegadero: el desmembramiento del todo.
Para
quienes no estén al tanto del proceso independentista de Cataluña o no lo hayan descifrado todavía, presentaremos a sus protagonistas en esta
página. Se trata de dos organizaciones, ambas presididas por dulces matronas, protagonistas principales en las
convocatoria del pueblo catalán en su lucha para recobrar la independencia. Su poder de convocatoria llega a cada rincón de Cataluña y más allá, dondequiera que viva un catalán.
Es
la organización social con fines culturales, creada a raíz de la muerte de
Franciscos Franco y final de su Dictadura. Desde entonces ha cumplido la tarea
de enseñar el idioma Catalán e historia a los maestros del país, para que ellos
a su vez pudieran afrontasen el desafío de recuperar nuestra cultura desde las
aulas. Casi todos los maestros y profesores de Cataluña y muchos de Baleares y
Valencia, han asistido a sus cursos en horarios fuera del trabajo.
ASAMBLEA
NACIONAL CATALANA
En
primer lugar aclaramos que se trata de un organismo social, independiente del
poder político partidista. Obedece a la capacidad de la sociedad catalana para
crear organismos sociales que defienden los intereses populares, como sería el
caso de la Plataforma Contra los Desahucios (PAH) dirigida por otra mujer, Ana Colau, Médicos sin Fronteras, etc. La función de ANC consiste en unificar la potencialidad social para recuperar la independencia.
A pesar de su finalidad política, se mantiene al margen de los partidos
políticos y sufraga sus gastos con aportaciones públicas. Todas sus actividades
de masas, transporte, alimentación, cuidado de enfermos y niños, coordinación y
publicidad, son financiadas por cada uno de los participantes.
Es
esa independencia financiera la que garantiza a ambas organizaciones su
autonomía ideológica y por cuanto se mantienen ajenas al devenir político, hablan con
la voz que surge de la sociedad catalana. De sus 80+ mil activistas voluntarios
permanentes surgen sus Directivos nacionales, regionales y locales, que actúan
en cada pueblo y en cada barrio de Cataluña, desde Lérida a Barcelona, desde los Pirineos hasta la desembocadura del Ebro. Cada activista paga cuotas mensuales para asegurar la supervivencia de la organización y además extiende el mensaje social, reparte folletos, vende banderas,
pulseras, almanaques… Naturalmente, también coordinan y aseguran las
participaciones populares a los actos que desarrollan permanentemente,
explican nuestros motivos y defienden los tenderetes de la ANC cuando algún enemigo
de Cataluña asume actitudes de cosaco beodo.
Conozco
de lo que hablo porque soy uno de los voluntarios de la ANC, seguramente el
menos importante de todos. Y es ese conocimiento el que me induce a sonreír
cuando escucho a los políticos oficialistas, del PP y del PSOE y a sus
periodistas pagados, acusando a Oriol Junqueras y Artur Mas de traicionar a
España, amenazándoles de meterlos en la cárcel. Ambos políticos no controlan el
movimiento independentistas porque está en manos del pueblo catalán y quienes
pretendiesen pararlo tendrían que encarcelas a cientos de miles de nosotros.
Cuando
Oriol Junqueras sugirió ante la Asamblea Europea que Cataluña podría pararse
durante una semana y causar una debacle económica en España, no dijo que lo
ordenarían él y su partido porque no tienen capacidad de convocatoria para
hacerlo. Ese poder reside en la Asamblea Nacional Catalana y si llamase a la
huelga indefinida, Cataluña se pararía en un porcentaje asombrosamente alto sin
que La Generalitat ni el Gobierno pudieran evitarlo. Gran parte de los
catalanes estamos dispuestos a perder una o dos semanas de sueldo y más si es
preciso, con tal de sacudirnos España de la espalda.
La oligarquía española cometió la torpeza de ordenar al Partido Popular la recogida de firmas y boicot comercial contra Cataluña en 2006, porque con la primera sellaron la separación emocional entre Madrid y Barcelona. Seguidamente se equivocaron el PSOE y PP, empleando su Tribunal Constitucional para destrozar el Estatut y ridiculizar a Cataluña. Si hasta ese momento nuestro disgusto tenía razones fiscales y económicas, la afrenta política constituyó la semilla del rechazo, un sentimiento que ha ido evolucionando en el tiempo hacia posiciones más radicales. Hoy a muchos como yo, se les pone la boca agria cuando ven la bandera española y sienten asco viendo cómo se enorgullecen de sus crímenes los ladrones que mandan en España.
Para
aquellos que no lo hayan entendido todavía, les decimos que la Asamblea
Nacional Catalana y Omnium Cultural, somos millones de catalanes que estamos
asqueados de España y lucharemos por nuestra libertad hasta alcanzarla.
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