Continúa la exitosa presentación del teatro cómico "Elecciones Españolas", con el atractivo estelar de elegir al Presidente del Gobierno. Como en otros países monárquicos, los españoles no eligen Presidente, solamente votan por Diputados y Senadores. La elección presidencial es prerrogativa de la Cámara de Diputados. Ellos deciden si quieren darle o negar sus votos al candidato que propone el Rey, a quien tampoco eligen porque es un mantenido hereditario.
En Diciembre 2015 los españoles votaron repartiendo sus votos entre: Partido Popular (PP, actualmente en el Gobierno), Partido Socialista (Psoe), Podemos, Ciudadanos (C's), y los Partidos Nacionalistas de Cataluña, País Vasco, Canarias, Galicia y Valencia. Un verdadero galimatías. El partido que recibió más votos fue el PP (casi 30%), seguido de Psoe, Podemos, C's y los nacionalistas. Con tal mezcolanza de intereses, no de ideas, los partidos fueron incapaces de entenderse y los españoles tuvieron que volver a las urnas en Junio de 2016.
El nuevo Parlamento de Diputados volvió a repetir la composición de Diciembre, con muy pocas diferencias a favor de las derechas, que se aliaron para forzar el triunfo de su candidato natural: Mariano Rajoy, actual Presidente en Funciones y protector de la mayor corrupción conocida en la historia de Occidente. Este personaje despreció el mandato constitucional de solicitar la confianza y apoyos entre los Diputados hasta conformar una mayoría que le votase para Presidente. Prefirió exigir apoyos bajo amenazas y chantajes de diverso género: hundimiento del País, impago de las pensiones y sueldos a funcionarios, multas de la U.E., descrédito nacional, traición a la Patria...
En esta labor propia de mafiosos profesionales, el PP recurrió a cómplices, entre ellos varios Delegados del Gobierno ante las Regiones, que ofrecían dinero a cambio de apoyos. También el ex Presidente Felipe González (Psoe) pretendió vender durante meses la tesis del apoyo a Rajoy por razones de Estado (lease Gas Natural y Endesa). El New York Times, influenciado por empresas multinacionales de USA, editorializó señalando al Psoe como culpable de la crisis política en España, sin mencionar que jamás los Demócratas en USA han apoyado a los Republicanos y viceversa. Han habido más chantajistas, muchos más, de segundo y tercer grado que no vale la pena mencionar.
Mariano Rajoy vio sus sueños truncados este 31 de Agosto, por 170 votos a favor, 180 en contra y sin abstenciones, lo que permite deducir que el absolutismo aplicado por este personaje durante sus 4 años de mayoría absoluta, le han pasado factura. Este 2 de Septiembre volvió a fracasar, a pesar de las amenazas que blandió él y su vocero mayor, un enano moral, contra los Diputados socialistas y nacionalistas. Ninguno se ablandó y en consecuencia, España seguirá sin Presidente electo.
En este mar de incertidumbres, el independentismo catalán se siente como pez en el agua. Todo los males para España son agua bendita en Cataluña. Las burlescas opiniones del Gobierno y prensa española en referencia a las 3 elecciones de Cataluña en 2 años, que han permitido consolidar un Parlament independentista, se ven ahora ridiculizadas por las 3 votaciones nacionales en un solo año.
Y es que los mediocres parlamentarios españoles, en vez de parlamentar y convenir como hacen los catalanes, prefieren pelear e insultarse, se burlan de los votantes, hacen comentarios sin consecuencias de la corrupción y maldicen a 10 millones de independentistas.
Agreguemos que mientras en Madrid el Ministro de Interior fabricaba expedientes difamatorios contra los aspirantes a President de Catalunya, aquí se lograba el entendimiento para elegir estadistas honorables que han demostrado su valía y luchado por su país. En cambio, allá en Madrid, Mariano Rajoy Brey aspiraba a Presidente de España con un partido político bajo proceso judicial por corrupción, cuyos miembros, según parece, deben demostrar experiencia en corrupción y robos antes de entrar en las listas electorales. Para adornar sus aspiraciones presidenciales, Rajoy se ha rodeado de la hez política: una Senadora corruptísima recién nombrada, varios ladrones públicos que llegaron a ser Vicepresidente y Ministros del Gobierno con Aznar, el super estafador de Bankia, un Ministro que utiliza el Despacho para promover el crimen y 3 ex-tesoreros del PP, todos acusados por la justicia.
Por si fuera poco, mientras se desarrollaba este proceso, el ex Ministro Soria, echado públicamente por razones reñidas con la moral, ha sido nombrado Director del Banco Mundial por orden de Mariano Rajoy. Vaya credenciales y entorno que rodeab al Presidente Rajoy.
Todo eso y mucho más demuestra lo que en verdad han sido, son y continuarán siendo los Gobiernos de España y explica por qué los catalanes no nos sentimos españoles ni queremos serlo. Rechazamos la inmoralidad inherente a la clase política española, que usa su bandera, la de los Borbón, para taparse la cara mientras roban y después limpiarse las manos y el trasero.
Para enredar más el panorama, las únicas verdades escuchadas de los oradores vinieron de un Diputado catalán, Joan Tardá, quien aprovechó la Sesión de Investidura para mandar los representantes de España al carajo, advirtiéndoles que NO LES TEMEMOS y asegurando que nuestra cronología de independencia continua inalterable. En la Diáda del 11 de Septiembre se lo demostraremos y el 15 señalaremos la fecha de ruptura.
Volvamos al principio: Francamente, nos alegra el desastre político de España y esperamos que empeore y continúe por mucho tiempo, hasta que ese país reviente porque, repito:
Todo los males que sufra España
son ventajas para Cataluña.
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