DESVERGUEÑZA con Ñ de ESPAÑA

El Caso Gurtel, así bautizado desde los cuerpos policiales en honor a su administrador principal, Francisco Correa (gürtel en alemán), se refiere a una extensa red de corrupción patrocinada y disfrutada por el Partido Popular desde comienzos de este siglo, para beneficio del propio Partido y de una muy extensa parte de su Cúpula, Directivos y activistas. 
En la imagen de la derecha vemos al adalid de esa mafia acompañado de su mujer, llegando a la muy exclusiva celebración ofrecida por el Presidente Aznar con motivo del matrimonio de su hija. Y es que la mafia de Gürtel y el Gobierno del PP son una sola cosa.  

Ha sido imposible procesar a todos los que han participado de esa red de estafadores al Estado, protagonistas y beneficiarios de sobreprecios, cobros indebidos, evasiones y otras maneras de mal vivir, pero más difícil resulta calcular de cuantos miles de millones de Euros estamos hablando, porque esa gentuza, Gürtel y el PP, llevaba más de 15 años dedicada al robo de los dineros públicos. 

El Caso Gurtel es sin duda el mayor escándalo de corrupción política que se haya visto en la historia MUNDIAlL de la democracia. Y naturalmente, sucede en ESPAÑA, a manos del Partido Popular, PP de Mariano Rajoy Brey, cuya desvergüenza es lo suficientemente grande para que luche por un segundo mandato y así seguir prolongando la corrupción en el país. No hay registros de otra historia de corrupción tan grande y descarada. La del PP fue y sigue siendo una mafia protegida por la prensa del Régimen y sigue contando con un Sistema Judicial asalariado y atemorizado. Tratándose de España,  es natural que esa mafia disfrute de 7 u 8 millones de socios, hijos y nietos del franquismo legalizado, que siguen favoreciendo a la banda con sus votos.

Arriba exponemos una imagen del conjunto de acusados en el juicio multitudinario que está teniendo lugar y a continuación algunos de esos acusados, para que el lector comprenda la clase de mierda que podemos encontrar en el Gobierno de España. Al lado vemos a Alvarez Casco, Javier Arenas, Angel Acebes, Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja, todos ellos Ministros, Senadores y un Vicepresidente del Gobierno.  

No podían faltar el Senador Luis Bárcenas, que robaba hasta al propio PP, y la ex Ministra Ana Matos, que declaraba ser idiota ante el Juez, para explicar por qué nunca había visto el Jaguar que guardaba en su garaje desde hacía más de un año. Como era de esperar, el Juez aceptó su ceguera.

Tampoco podía falta la Casa Real, cuyos juicios se están haciendo cotidianos. Esta vez, la magna institución está representada por el Jefe de la Casa Real de Juan Carlos I, el muy respetable Rafael Spottorno, enjuiciado también por joder a Caja Madrid en el caso Tarjetas Black con casi un cuarto de millón. 


Otro estafador público tradicional enjuiciado es Juan Cotino, ex Presidente del Parlamento Valenciano y Vice Presidente de la Comunidad Valenciana. Este personaje, con Francisco Camps y Rita Barberá, también aprovecharon la venida de Su Santidad para embolsarse varios millones en sobreprecios de las obras ejecutadas para recibirle.


El Partido Popular, como organización, también está en el banquillo, situación que inhabilitaría a cualquier empresa u organización para participar en negociaciones de Gobierno. No así el PP, que exige seguir gobernando con el apoyo de 7 a 8 millones de votantes (la Banda del franquismo) y varios órganos de prensa y TV. ¿Existe alguna oposición por parte del Tribunal Constitucional o del Organismo Electoral? NINGUNA, le tienen más miedo que las ovejas al perro. Es tal la prepotencia de esa gentuza, que a la entrada del Tribunal podemos verlos abrazándose gozosos, sin preocupaciones ni temor, como quien va al circo o al teatro, porque no otra cosa es lo que están presenciando.

Otra demostración más palpable de ese teatro podemos escucharla en los argumentos de los acusados para demostrar su inocencia. Veamos algunos de esos alegatos y valoremos su origen:

El abogado del Partido Popular exige que las pruebas contra el P.P.  sean desestimadas y el Juicio anulado, alegando que las pruebas "no fueron obtenidas de manera legal". No dice que sean falsas, inventadas o imposibles de demostrar, solamente que su obtención no había sido autorizada por el propio Partido, sin hacer referencia a OTRO juicio anterior, en el que PP destruyó el ordenador y los documentos que les exigía el Juez como pruebas de sus delitos. Se trataba de mordidas, estafas, contratos amañados, compras falsas, nóminas infladas... Por tales desmanes y desobediencia a la Justicia el PP fue condenado a reirse de España.



Rafael Scottorno, a quien vemos acompañando a los Reyes, se queja de los insultos que le gritan cuando llega al Tribunal y exige que la Policía haga callar a la chusma.

Varios abogados piden al Tribunal que sus defendidos no tengan que asistir al juicio en presencia "porque no son gente común" (sic).

Otro abogado se queja de que sus defendidos no disfrutan de un acceso discreto que les permita asistir al juicio sin ser visto por la gente de la calle. 

Un leguleyo se ha quejado porque su defendido y otros como él, se ven obligados a dejar el coche en la calle mientras que los fiscales disponen de parquing ¿Acaso le preocupa una sentencia condenatoria? No, absolutamente, le molesta la incomodidad, encontrar el coche caliente o mojado, porque sabe que se está tomando parte de una farsa. La Justicia española, cobarde y controlada por el Partido Popular, está obligada a absolverlos a todos.

¿Absurdo? ¿Impensable? ¿Vulgar? ¿Rocambolesco? Sí, todos esos calificativos y MUCHOS MAS le caben a la realidad de España, porque los dos jueces valientes que pretendieron meterle mano a la corrupción,  Baltasar Garzón y Elpidio Silva, fueron acusados de malas prácticas y juzgados a velocidad del rayo para echados a la calle. ¿Quienes fueron los autores de tal cochinada? Los jueces que el Partido Popular tiene para eso. 
Ser juez decente y valiente en España es muy peligroso. El Juez José Castro también lo ha sido, no ha querido venderse como el Fiscal  y por eso también terminará mal. Por fortuna para él, ya está en edad de jubilación y es poco el daño que puedan hacerle, pero se lo harán para que sirva de escarmiento de los demás.

Esa es ESPAÑA, amigos, un país cuyos plebeyos, o sea nosotros, deberíamos besar la calle por donde pisan los "señores", esa gente privilegiada que usa el país para cagarse en los demás, incluyendo a los jueces, naturalmente. España es esa gentuza a la que debemos rendir respeto y agradecimiento cuando nos tiran un pedo a la cara. España solo está presente en los que mandan: estafadores, ladrones, evasores de impuestos, violadores e hijos de puta. Los demás somos basura.