jueves, 17 de noviembre de 2016

PSOE y PSC: UN MATRIMONIO IMPOSIBLE


Entre el Partido Socialista Obrero Español PSOE y el Partido Socialista de Cataluña PSC, existe una dificultad de comunicación que no se debe a que unos hablen español y otros catalán, sino al concepto básico de la democracia como sistema de gobierno: la responsabilidad de los partidos políticos hacia sus votantes y el cumplimiento de sus argumentos de campaña. 


Desde hace 38 años, cuando Juan Raventós por el PSC y Felipe González por PSOE decidieron unir fuerzas (aunque manteniendo la independencia organizativa) empezó la fuga de talentos del PSC, que ha seguido indetenible a través del tiempo, desangrando a la organización socialista catalana, aunque nunca la pérdida de miembros y dirigentes había sido tan grave como en el Siglo XXI, bajo la Dirigencia de Pere Navarro, el gran traidor. 

Los años han demostrado que el matrimonio del socialismo español PSOE y el catalán PSC, es imposible por razones de forma y de fondo. Tan imposible como pretender un pacto de colaboración entre un pájaro y una lombriz. Mientras que la lombriz se empeñará en buscarse la vida bajo tierra, el pájaro la cortejará en comérsela.

Para el PSOE actual, los votantes solo representan puestos para sus dirigentes pero sin responsabilidad hacia los ilusos que les brindan cuotas de poder con el que harán lo que les dé la gana en favor del Partido y de ellos mismos. Si sus actos políticos, componendas y marramucias van en contra de sus votantes, lo consideran como un derecho concedido tácitamente por los imbéciles  que les votaron. Es así como juraron y perjuraron que lucharían para impedir que el PP y Rajoy siguieran hundiendo a los españoles y luego lo llevaron a la Presidencia. 

Para el PSC los votantes se han convertido en motivo de conflicto con PSOE. Los votos logrados en Cataluña deberían crear un contrato para defender los intereses de los catalanes, pero no es así. Los Diputados del PSC nunca trabajan a favor de Cataluña, solamente para defender los intereses del PSOE y de España, aunque ello haya significado traicionar a sus votantes.

El último Dirigente del PSC que trabajó por Cataluña fue Pascual Maragall, Alcalde de Barcelona y President de la Generalitat. Tanto tuvo que luchar en favor de su tierra, tánto fue criticado y atacado dentro de su propio partido, que al final tuvo que irse del PSC. 


El problema más evidente en la relación PSOE - PSC, es el odio furibundo que los dirigentes españoles sienten y expresan contra Cataluña. Un ejemplo tristemente célebre es Alfonso Guerra, que se vanagloriaba públicamente de haber vuelto inservible el Estatut de Catalunya, el mismo que el PSC había logrado impulsar hasta aprobarlo en consulta pública. Otro enemigo conocido de Cataluña es Pérez Rubalcaba, que llegó a  confabularse con Pere Navarro para explosionar el PSC cuando sus Dirigentes empezaron mostrar amor hacia Cataluña. En la foto de la derecha vemos a ambos personajes festejando una de esas traiciones.


Una diferencia tan dispar de amores y criterios ha llevado ambas organizaciones a desconocerse y distanciarse. PSC comprende que su merma en votos hasta convertirse en un partido político residual en Cataluña, se ha debido a sus burlas reiterada a los votantes. Recientemente parece que hubiera decidido ser catalán. Su socio, el PSOE, no puede admitir que el PSC pretenda dejar de joder a Cataluña y que se haya negado a traicionar a sus votantes ayudando a Rajoy a ser Presidente. El cabreo es tan grande en Madrid, que está tomando medidas para castigar a los Diputados del PSC acusados de ser gente decente y sentir vergüenza.  


La campaña del socialismo en las últimas elecciones, tanto PSOE como PSC, repitió hasta la saciedad su oposición sin tregua a las políticas del PP y a Mariano Rajoy. Perdieron las elecciones, cierto, pero no porque sus ideas estuvieran equivocadas, sino a causa de la estupidez de miras e incapacidad moral de siete millones de votantes, para quienes la destrucción de la sociedad y el latrocinio del Partido Popular carecen de importancia. 


Desesperados por sus malos resultados, los socialistas españoles han perdido la compostura y la vergüenza, arremetiendo contra ellos mismos. Susana Díaz se ha dado a la tarea de cortar cabezas desde la sombra y soliviantar a los Dirigentes, que se están quedando sin súbditos. Ante la negativa catalana de sumarse a sus canalladas, la andaluza con aspiraciones Presidenciales, y algunos lameculos cercanos, se están revolcando en su propio jugo sin enterarse de que todos les observan. Desahogan sus calentaras hormonales agrediendo a Cataluña y amenazando con echar al PSC del pacto socialista español, sin comprender que eso sería lo más conveniente para Cataluña, porque de políticos traidores  ya tenemos suficiente con los del P.Popular y Ciudadanos. Un PSC catalanista, libre de ataduras con el PSOE, aunque no fuera independentista, defendería los votos catalanes y sería un avance democrático notable.

Algunos "estrategas" del PSOE, como Rodríguez Ibarra, claman para que ese partido ponga tenderete aparte con sus siglas en Cataluña. Sería divertidísimo verles en época electoral, vacíos como un burdel a las diez de la mañana: el portero durmiendo y la basura sin recoger. Este pobre pellejo de épocas lejanas, sigue convencido de que los catalanes somos imbéciles y que la palabra "socialismo" sigue siendo una invocación para pescar tontos. Su tierra natal explica el bajo nivel intelectual que le caracteriza.

Políticos que odian a Cataluña son muchos más de los que podríamos contar, especialmente en el Socialismo Español. Con el golpe de Estado que los barones socialistas realizaron contra sus autoridades legítimas, salieron a flote los odios que les carcomen el alma y oros odios que nacen de la envidia hacia Cataluña, la tierra que les da de comer. Gentuza como Fernández Vara y Javier Lambán han llegado al extremo de difamar de Pascual Maragall.  Hasta el títere de Susana Díaz,  Javier Fernández, se ha dejado colgar el estandarte del odio, como si no bastase el que, como asturiano, cultiva desde pequeño.
En realidad, el artífice de que todo el tinglado se haya venido abajo en PSOE es Felipe González que, de Presidente de España, pasó a defender los intereses de las empresas energéticas, verdaderos lobos insaciables que se nutren de las miseria humana, duplicando sus precios y quintuplicado sus beneficios, mientras los salarios se reducen a la mitad. Son empresas dirigidas por desalmados que utilizan a Felipe González y a otra gente de la misma calaña, para hacerles lobby y defender sus políticas de explotación.  Este personaje y otros como él, son los verdaderos responsables de que PSOE se haya ido por la cloaca y de las muertes por deficiencia energética que tienen lugar entre las clases más empobrecidas.

En conclusión, ME ALEGRO de que el Partido Socialista de Cataluña, a base de desprecio, malos tratos y exigencias de traición a su tierra, se haya dado cuento de que los socialistas y franquistas de España, eso que llaman PPSOE, son la misma basura política, ladrones a partes iguales de la voluntad popular y de los dineros públicos. 
Me alegro de que al fin comprendan que entre Aznar y Felipe las diferencias no son mayores que entre Endesa y Gas Natural, a ver si se deciden a sacudirse la mierda de la espalda y empiezan a trabajar y luchar por Cataluña. 


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