Entre el Partido Socialista Obrero Español PSOE y el Partido Socialista de Cataluña PSC, existe una dificultad de comunicación que no se debe a que unos hablen español y otros catalán, sino al concepto básico de la democracia como sistema de gobierno: la responsabilidad de los partidos políticos hacia sus votantes y el cumplimiento de sus argumentos de campaña.
Los años han demostrado que el matrimonio del socialismo español PSOE y el catalán PSC, es imposible por razones de forma y de fondo. Tan imposible como pretender un pacto de colaboración entre un pájaro y una lombriz. Mientras que la lombriz se empeñará en buscarse la vida bajo tierra, el pájaro la cortejará en comérsela.
Para el PSOE actual, los votantes solo representan puestos para sus dirigentes pero sin responsabilidad hacia los ilusos que les brindan cuotas de poder con el que harán lo que les dé la gana en favor del Partido y de ellos mismos. Si sus actos políticos, componendas y marramucias van en contra de sus votantes, lo consideran como un derecho concedido tácitamente por los imbéciles que les votaron. Es así como juraron y perjuraron que lucharían para impedir que el PP y Rajoy siguieran hundiendo a los españoles y luego lo llevaron a la Presidencia.

El último Dirigente del PSC que trabajó por Cataluña fue Pascual Maragall, Alcalde de Barcelona y President de la Generalitat. Tanto tuvo que luchar en favor de su tierra, tánto fue criticado y atacado dentro de su propio partido, que al final tuvo que irse del PSC.

El problema más evidente en la relación PSOE - PSC, es el odio furibundo que los dirigentes españoles sienten y expresan contra Cataluña. Un ejemplo tristemente célebre es Alfonso Guerra, que se vanagloriaba públicamente de haber vuelto inservible el Estatut de Catalunya, el mismo que el PSC había logrado impulsar hasta aprobarlo en consulta pública. Otro enemigo conocido de Cataluña es Pérez Rubalcaba, que llegó a confabularse con Pere Navarro para explosionar el PSC cuando sus Dirigentes empezaron mostrar amor hacia Cataluña. En la foto de la derecha vemos a ambos personajes festejando una de esas traiciones.

Una diferencia tan dispar de amores y criterios ha llevado ambas organizaciones a desconocerse y distanciarse. PSC comprende que su merma en votos hasta convertirse en un partido político residual en Cataluña, se ha debido a sus burlas reiterada a los votantes. Recientemente parece que hubiera decidido ser catalán. Su socio, el PSOE, no puede admitir que el PSC pretenda dejar de joder a Cataluña y que se haya negado a traicionar a sus votantes ayudando a Rajoy a ser Presidente. El cabreo es tan grande en Madrid, que está tomando medidas para castigar a los Diputados del PSC acusados de ser gente decente y sentir vergüenza.
La campaña del socialismo en las últimas elecciones, tanto PSOE como PSC, repitió hasta la saciedad su oposición sin tregua a las políticas del PP y a Mariano Rajoy. Perdieron las elecciones, cierto, pero no porque sus ideas estuvieran equivocadas, sino a causa de la estupidez de miras e incapacidad moral de siete millones de votantes, para quienes la destrucción de la sociedad y el latrocinio del Partido Popular carecen de importancia.





En conclusión, ME ALEGRO de que el Partido Socialista de Cataluña, a base de desprecio, malos tratos y exigencias de traición a su tierra, se haya dado cuento de que los socialistas y franquistas de España, eso que llaman PPSOE, son la misma basura política, ladrones a partes iguales de la voluntad popular y de los dineros públicos.
Me alegro de que al fin comprendan que entre Aznar y Felipe las diferencias no son mayores que entre Endesa y Gas Natural, a ver si se deciden a sacudirse la mierda de la espalda y empiezan a trabajar y luchar por Cataluña.
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