Esta página va destinada
especialmente a los amigos de América que constantemente me escriben haciendo
preguntas sobre el problema político entre España y Cataluña.
En estas fechas España está
ocupada en dos temas de importancia casi equivalente para la capital del Reino:
en primer lugar, el ridículo internacional protagonizado ante el mundo Olímpico
por las autoridades madrileñas y por otra parte, la cadena humana y alzamiento
de pueblos y ciudades acaecidos en Cataluña este pasado 11 de Septiembre. En La Diada, día del aniversario nacional catalán, más de 1.600.000 gritaron ante el mundo ¡INDEPENDENCIA
YA!
Comprendamos que para el
madrileño de a pie, el atronador y olímpico ridículo de su ciudad constituye el
último verdor en el árbol de promesas que las autoridades habían construido sobre
los Juegos de Madrid 2020. Para los círculos del poder las preocupaciones son
otras, más circunscritas al engrosamiento de sus fortunas personales y al
interés financiero que Cataluña representa para sostener al conjunto de
territorios deficitarios de España.
Un año atrás, el mismo 11 de
Septiembre, millón y medio de catalanes tomaron Barcelona, sacudiendo el
bienestar de la clase dominante madrileña, que de inmediato recurrió al
refranero político español: “todo lo que sube baja” y “otro calentón pasajero
de los catalanes”. Pero ¡Oh sorpresa!, este año una cadena humana comenzó en la
Frontera de Francia y atravesó verticalmente Cataluña, cubriendo más de 400 Km hasta
penetrar en tierras valencianas. Durante horas las pantallas alrededor del
mundo mostraron imágenes de aglomeraciones inauditas, grupos humanos de
distinta densidad cantando, jugando, atendiendo a los niños, riendo… pero todos
gritando ¡INDEPENDENCIA YA!
Desde luego la gente no sale
a tomar las calles ni ciudades habitualmente y mucho menos riendo, en plan de
fiesta; actúa por razones, persigue propósitos y acumula antecedentes. La
movilización catalana también
- En 2006, luego de intensas negociaciones con el
Gobierno Central, Cataluña aprobó en plebiscito un nuevo Estatuto (de
relación con España) que posteriormente fue confirmado por el Congreso de
Diputados. Decidido a anularlo, el Partido Popular con Mariano Rajoy a la
cabeza, movilizó a sus partidarios para exigir que el Tribunal Constitucional (históricamente secuestrado por el Partido Popular en el Gobierno) rechazase el
Estatut, tarea en la que tardó 4 años. En 2010 el Tribunal produjo el
“nuevo” Estatut, vulgar caricatura del texto original. Ese día España
abrió la Caja de Pandora, cuya primera ráfaga no se hizo esperar, con las
primeras concentraciones de protesta que llenaron las calles de Barcelona
y otras ciudades.
- A mediados del 2012, Artur Mas, President de
la Generalitat de Catalunya, se entrevistó con Mariano Rajoy, ya
Presidente de España, para proponerle un Pacto Fiscal que permitiese a
Cataluña hacer uso más justo de sus propios recursos. Rajoy le dio a Mas con la puerta en las
narices, hecho que la población consideró ofensivo y dio origen a La Diada
del 2012.
- Este 11 de Septiembre, lejos de cumplirse los refranes madrileños sobre el olvido, Cataluña le hizo saber al mundo que está decidida a deshacerse del yugo español. Lo expresó de manera ordenada y pacífica, sin incidente alguno a pesar de la extensión del evento. El conflicto de Cataluña se situó en el plano internacional
Siguiendo las viejas
tácticas borbónicas, Madrid le ha puesto cara al desafío catalán. Ha señalado a
ARTUR MAS culpándole de traidor y organizador de las manifestaciones
transversales en la sociedad catalana. Con ello ha pretendido taparle las caras
a los verdaderos protagonistas: la sociedad catalana. Nadie salvo el Canciller
Margall, parece haber digerido que ninguna autoridad oficial, fuese europea o
americana, ni siquiera el Ejército Español, sería capaz de distribuir en cuatro
horas 1.600.000 efectivos a lo largo de 400+ kilómetros, incluyendo transporte,
suministros, alimentación, bebidas, sombrillas, entretenimientos, sistemas de
seguridad, atención médica y demás requerimientos, sin que aconteciese un solo
hecho de desajuste o accidente. El solo coste a cubrir,100 € millones en media
tarde, asustaría a cualquiera.
La gigantesca tarea de
coordinación de los actos de La Diada, tiene un solo protagonista: la sociedad
civil catalana, que se auto financió y movilizó bajo la coordinación de un
organismo civil denominado Asamblea Nacional Catalana (ACN), dirigida por
voluntarios en cada pueblo y en cada barrio del territorio. Los Directores de
la ANC, también voluntarios provenientes de toda Cataluña, están encabezados por
una dama de perfil bajo y hablar pausado, Carme Forcadell, cuya engañosa
mansedumbre garantiza la estrategia.
¿Qué pinta Artur Mas en esta
situación? Pinta menos de lo que quisiera y desde luego muchísimo menos de lo
que gritan desde Madrid. En realidad el President Mas es prisionero de la
ciudadanía catalana, que le señala el camino a seguir y le establece los
márgenes. Artur Mas no podrá llegar a ningún puerto que no haya aceptado con
anterioridad la sociedad. A estas alturas, ni siquiera la ANC tiene la
capacidad para llegar a acuerdos sin obtener el previo beneplácito de los
catalanes como un todo.
Algo parecido le acontece a
Mariano Rajoy, cautivo de la clase dominante española a la que pide
instrucciones para cada paso a da y para sentarse. Tras los actos del 11 de
Septiembre, que la prensa madrileña calificó de “sedición”, Rajoy ha remitido su
respuesta a la solicitud de plebiscito que Artur Mas le enviase en Julio. En
ella Rajoy no mencionan el motivo, limitándose a decir con muchos párrafos
insulsos, que su Gobierno está abierto al diálogo siempre que Artur Mas esté
dispuesto a aceptar lo que Madrid ordene.
La Constitución española, que
es empleada como arma arrojadiza para someter a la población, podría ser la
piedra de molino que arrastre España hacia el abismo. El ADN social de las
clases dominantes madrileñas, financieras, políticas y periodísticas, a cual
más corrupta, les incapacita para comprender que ha llegado el momento de
recoger velamen. El máximo exponente de los privilegiados sociales y políticos
de España, la Casa Real, también vive inmersa en escándalos tan vergonzosos que
en vez de faro moral, se ha convertido en lupa del desprecio. En medio de tal
descomposición del Estado Español, Cataluña juega sus bazas y el mundo democrático
observa interesado a una población organizada que se alza contra sus verdugos..
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