Que los miembros de la familia Pujol, ya sean los padres o los hijos, parecen tener asuntos pendientes con la justicia, ha sido aceptado por la mayoría de los catalanes y como hemos visto, celebrado con fanfarria por el Gobierno de Madrid y motivo para un gran show televisivo, montado para desviar la atención de de la desvergüenza que cubre al Partido Popular.
Otra razón, evidentemente secundaria, para el montaje del caso Pujol en la TV, sería desinflar el independentismo catalán. Me place informar que la falta de probidad de un líder catalán no empañará el ideal independentista, porque sabemos que la corrupción es el sistema de gobierno de España, una tara que ha alcanzado a todas sus instituciones, desde la Casa Real al Presidente, desde el Poder Judicial hasta el último concejal de los pueblos serranos. Jordi Pujol no podría ser la escepción.
Dejando aparte el aspecto soberanista, quisiera centrarme en la relación que la justicia española ha establecido con el caso Pujol. Se trata de una relación que, cual amor a primera vista, ha demostrado ser intensa, directa, apasionada y sin freno. Asombra observar el empeño de la justicia española por encontrar la culpabilidad a cualquier costo, incluso empleando perros amaestrados. La Fiscalía se ha desvivido por señalar circunstancias y modalidades, lugares y fechas sin limitar sus acciones a España. El largo brazo castellano se ha extendido hasta el Nuevo Continente en la búsqueda de hechos y cantidades sin consideraciones ni remilgos.
Hace bien la justicia en buscar el resarcimiento económico y tratar de aplicar un castigo penal para quienes, como los Pujol, podrían haber delinquido financieramente contra el Estado. Sin embargo sorprende que la celeridad, entusiasmo y persistencia demostrados en el reciente caso catalán, sean distintos que los aplicados contra super estafadores como Urdangarín-Casa Real, M.Blesa, Gürtel, Madrid-Arena, Valencia, Renfe, ERE's...
Se trata de crímenes evidentes, hediondos, estafas públicas inconmensurables que han causado la ruina de millones de ciudadanos, robos y estafas perpetrados por políticos y sindicalistas de amplio espectro. Es tal la diferencia operativa demostrada por la Fiscalía y tribunales en el criterio, cronología y tratamiento del caso Pujol, que de ser malpensados, podríamos asumir que la Fiscalía está evidentemente vendida o que se debe a criminales más encumbrados.
Si no creyésemos en la honorabilidad del sistema jurídico español, podríamos pensar que los fiscales y jueces que han tratado los casos relacionados con el PP, reciben instrucciones desde La Moncloa y se dejan untar la mano. Pero sabemos que no es cierto y para evitar la tentación de pensar mal, quisiera hacerle algunas preguntas a la Fiscalía y al Poder Judicial:
¿Por qué Miguel Blesa sigue libre y el Juez Silva, el que lo había metido a la cárcel, donde debería seguir, ha sido juzgado y destituido?
¿Por qué no han imputado a Mariano y sus secuaces por extorsión y manejo de dinero negro en los famosos sobres de Tesorería?
¿Por qué la única sentencia dictada en el caso de la Trama Gürtel ha sido la inhabilitación del Juez Garzón mientras los ladrones siguen libres?
¿Por qué Urdangarían y la Infanta siguen viviendo en Suiza en vez de estár donde deberían estar?
¿Por qué no hay detenciones masivas en los ERE's de Andalucía?
¿Por qué no ha habido sentencia en el caso Palau de la Música?
¿Por qué pretenden cargarle las 82 muertes del AVE de Galicia al conductor del tren siniestrado, sabiendo que el accidente fue causado por la negrligencia técnica de ADIF y la falta de inversiones en la seguridad de las vías?
Por qué no ha habido culpables en el accidente del Metro de Valencia y los desfalcos inconmensurables en esa región?
¿Por qué el super capo del PP, Carlos Fabra, juzgado y con sentencia firme por múltiples causas, no está en la cárcel?
¿Por qué la Fiscalía pide 4 años de cárcel para el Promotor del Madrid Arena, causante de la muerte de 5 chicas, pero han sentenciado a dos chicas sindicalistas a 7 años de cárcel por tirar pintura en una piscina vacía?
¿Por qué no se les cae la cara de vergüenza?
Ayúdennos a seguir teniendo fe en Fiscales y jueces, porque es realmente difícil seguir creyendo que la Justicia en España es imparcial
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