martes, 17 de diciembre de 2013

INDEPENDENCIA y 8 CONSECUENCIAS TERRIBLES

El Gobierno de España ha demostrado su amor a Cataluña advirtiéndonos de las consecuencias que deberemos afrontar en el caso de que el traidor Artur Mas cumpla su propósito de llevarnos a la INDEPENDENCIA. Se trata de maldiciones demoníacas de pronóstico reservado que no debemos pasar por alto:

FUERA de la Unión Europea. Nos veremos lanzados al vacío compartiendo desgracias con Suiza, un país paupérrimo cuyos habitantes pelean en la calle por un trozo de pan.

FUERA de Europa. Una cuadrilla de esforzados obreros contratados en Extremadura vendrán con serruchos de gran tamaño y cortarán el terreno que une a Cataluña con España. Una vez separadas, Cataluña será lanzada al mar, lo que obligará a los catalanes a coger los remos y llevar su terruño hasta alguna playa solitaria donde nos dejen echar el ancla.

FUERA del EURO. Nos quedaremos sin moneda, ni siquiera podremos recurrir a la vieja Peseta o usar el Dólar americano. Esa situación que nos obligará a echar mano del intercambio de mercancías, así por ejemplo, cambiaremos un pollo por 10 manzanas o una camisa por 2 docenas de huevos.

FUERA del Sistema de Pensiones. Los catalanes seguiremos obligados patrióticamente a contribuir con nuestros impuestos y participaciones a la Seguridad Social Española, la que a su vez se quedará con todo nuestro dinero para mantener a su vagos y maleantes.


FUERA del Sistema Métrico. Ya no podremos emplear los centímetros, litros ni kilos para comprar. Las mediciones se harán con palmos o ramitas que recojamos en el camino y con envases de leche usados.

FUERA del Sistema Decimal. A los catalanes nos estará prohibido emplear la numeración de base 10. Tendremos que usar sistemas numéricos distintos, las docenas o tríos, muy difíciles para sumar y restar y no digamos para dividir. Ya no podremos echar cuentas.

FUERA  de la Fuerza de Gravedad. No podremos andar como ahora porque flotaremos sin rumbo. Nuestra falta de peso nos obligará a andar atados con cuerdas ancladas al suelo para no perdernos flotando entre las nubes.


FUERA de la Gracia de Dios. Desde el pasado 14 de Diciembre fuimos excomulgados por la Conferencia Episcopal Española. Todos los catalanes iremos al Infierno donde nos quemarán el culo con antorchas de acetileno. Los que quieran salvarse de esta maldición deberán darse prisa para largarse por Aragón y aprovechar el paso por Zaragoza para rezarle 200 rosarios a La Pilarica.





lunes, 16 de diciembre de 2013

CATALUÑA Y ESPAÑA, COMO AGUA Y ACEITE

Hay elementos simples, como el agua y el aceite, cuya negativa a integrarse forma parte de su estructura natural. Sucede igual con algunas culturas, como sería el caso de Cataluña y España. Indiferencia y odios luego de trescientos años de dominación española han demostrado imposible la integración de ambas. Mientras que la Cataluña situada al Norte de Los Pirineos se ha integrado a Francia y sus ciudadanos confiesan ser catalanes franceses, la Cataluña del Sur permanece incólume en sus aspiraciones a recobrar la libertad. Tan evidente diferencia tiene una explicación, la Revolución Francesa que regeneró el gobierno de Francia empleando un instrumento moralizador llamado guillotina. Por desgracia la guillotina nunca alcanzó los cuellos reales de Madrid y la corte de los Borbón siguió haciendo lo que estilaban sus parientes parisinos: robar y ahogar al pueblo para disfrutar en Versalles de parques, comilonas y aristocráticas putas.
 
Seguramente debemos a esa ausencia de renovación humanística las barreras que se alzan entre Cataluña y España, obstáculos que han evitado y que impedirán la integración de sus pueblos. Veamos tres de esas barreras.

  • Cultura humanística
  • Disposición al trabajo
  • Inmoralidad política

CULTURA HUMANISTICA

Cataluña es un pueblo culto por naturaleza, aunque desde Madrid sigan propalando que somos bestias. Nuestra lengua escrita puede encontrarse en los albores del Siglo XX, cuando los moros dominaban casi toda la Península Ibérica y el Castellano no pasaba de ser una jerga, aquel romance hablado por los habitantes de las tierras al Norte, más allá de los dominios moros en Zamora y Valladolid. Igual que el idioma, nuestra música e instrumentos orquestales son característicos, igual que el urbanismo y arquitectura, bailes y expresiones populares, cocina y actividades sociales. Hasta nuestra estructura familiar ha sido diferente a la española y las catalanas han sido herederas de derechos patrimoniales y sociales cuando las pobres castellanas no pasaban de ser vientres reproductores y maniquís domingueros.

Desde que los Borbón invadieron Cataluña, han insistido infructuosamente en acabar con la cultura catalana, especialmente el idioma, que han prohibido y castigado con diversa intensidad, aplicando en oportunidades la pena de muerte a quienes lo hablasen. La calificación de “lengua de los perros” para referirse al Catalán, sigue siendo común entre el vulgo español, de la misma manera que el calificativo “catalán” es empleado por los políticos de derechas para sustituir el “hijoputa” callejero.

 Los “castellers” de Cataluña (foto en Times Square de Nueva York) son una simbiosis entre deporte y actividad social, que consiste en formar torres humanas de hasta 9 pisos. Esta actividad ha sido ensalzada por la Unesco que ve en en su ejecución una combinación indispensable de todos los miembros de la sociedad: hombres, mujeres y niños. Tal actividad podría constituir un ejemplo en la relación cultural entre Cataluña y España, pero esta última, en vez de encomiarla, la ridiculiza públicamente y califica de ejercicio despreciable. Algunos de sus voceros han llegado a calificarla de práctica criminal para escalar y robar en los pisos altos.

DISPOSICIÓN AL TRABAJO

Los catalanes somos mundialmente conocidos por la laboriosidad y producción artesanal e industrial de nuestros ciudadanos. No en vano somos exportadores naturales que aportamos a España más del 42 % del ingresos por ese concepto. En vez de aprovechar esa circunstancia, España ha obstaculizado nuestro desarrollo y dificultando nuestras comunicaciones. Hasta el eje ferroviario del Mediterráneo, que unirá la península Ibérica con Europa, ha sido dificultado por el simple hecho de que pasaría por Cataluña, proponiendo insistentemente otras vías imposibles. Por fin el AVE ha llegado a París este 15 de Diciembre con 18 años de retraso.

 En contraste con nuestra laboriosidad, la mayor parte de la España tradicional, Castilla, Extremadura y Andalucía, continúan viviendo en el Siglo XVIII. Se trata de pueblos y ciudades quemadas por el Sol y habitadas por gente sin arte ni oficio que a veces trajinan en las grandes propiedades ociosas de los “señoritos” madrileños. Otras veces, la mayor parte del tiempo, los españoles de tercera frecuentan las barras de los bares haciendo uso de subsidios del Estado provenientes de la laboriosidad de los catalanes. En vez de estudiar y prepararse en algún oficio útil, esos españoles típicos pasan sus vidas bailando fandangos, asistiendo a procesiones religiosas y martirizando toros en las plazas públicas.

INMORALIDAD POLITICA

Las mayores diferencias entre España y Cataluña las encontraremos en la moralidad de sus gobernantes. Desde luego, sería insensato defender la moralidad intachable de los gobernantes catalanes. También en Barcelona encontramos ejemplos de probidad dudosa.  En 2010 se descubrió el fraude en el Palacio de la Música a manos de su Director, ahora enjuiciado, y en 2012 supimos que un miembro del partido gobernante fue encausado por trafico de influencias y en consecuencia defenestrado de la posición directiva en su partido.

Por contraste, la corrupción generalizada y descarada de los dos partidos mayoritarios españoles es escandalosa pero sin acciones correctivas. En Andalucía los desfalcos patrocinados por la dupla Psoe-sindicatos podrían exceder los 1.000 € millones. En la Comunidad Valenciana se ha instituido una telenovela por entregas que incluye todo género de delitos, inevitablemente amparada por el Partido Popular cuyos dirigentes nacionales, especialmente en Castilla y Madrid, han estado extorsionando a los contratistas del Estado desde hace más de veinte años y repartiéndose sobres llenos de dinero negro mal habido, una práctica dolosa que defienden descaradamente calificándola de “sobresueldos” sin que una sola persona, aparte del repartidor de los sobres, haya sido procesada.


En esta película de la desvergüenza los Presidentes Felipe González, José Mª Aznar y especialmente Mariano Rajoy, tienen papeles estelares. El grupo ministerial de este último incluye hombres y mujeres sospechosos de corrupción y un Ministro de Hacienda que es motivo de comentarios sobre componendas con banqueros y empresarios en contra del Tesoro Público. Por su parte la banca española, que está íntimamente ligada al sector político, ha sido y sigue siendo la protagonista de la mayor estafa pública conocida en Europa y receptora de dineros públicos ilimitados que emplea para negociar con bonos del Estado y hundir a pequeños y medianos empresarios y humildes familias que ha lanzado a la miseria con las estafas y a la calle con los desahucios.


Es tal la inmoralidad política del Gobierno Español, que hasta la Casa Real está involucrada en desfalcos de dineros públicos y posible lavado de dinero sucio. Se trata de delitos inevitablemente protegidos por la Justicia, cómplice necesaria en esos y otros crímenes del Gobierno como la muerte impune de 42 personas en el metro de Valencia y 64 soldados muertos en un avión ruso destartalado cuyo protagonista es hoy Embajador en Londres. Ya ni siquiera son noticia los negocios sucios de la Familia Real y el billonario hundimiento de Caja Madrid y Bankia a manos de Miguel Blesa, el amigo de Aznar. En ese caso el único juez que se atrevió a acusarle y meterle a la cárcel fue destituido y acusado de cohecho, mientras el banquero sinvergüenza salía sonriendo de la cárcel al día siguiente.


Durante las celebraciones del 12 de Octubre, la tribuna de invitados al desfile estaba ocupada por malhechores conocidos. De haber sucedido los actos en un país europeo, en lugar de soldados desfilando y autoridades invitadas, se habría tratado de reos conducidos a la cárcel bajo la custodia de los soldados.

Lo que más asombra de la inmoralidad española es el descaro con el que sus Gobernantes pasean sus desvergüenzas por Europa. En cualquier país civilizado un político sospechoso de actos reñidos con la moral, renunciaría y hasta pensaría en el suicidio para evitar el escarnio. En España ese político extorsiona y sigue robando sin importarle el escándalo porque entre políticos españoles defraudar ni siquiera está mal visto. En un país donde robar un pan puede conducir una mujer a la cárcel,.desfondar un banco, estafar al público, vender una playa o cobrar millones para destruir un bosque, son actos lícitos para la clase política.



Estos son algunos de los motivos que han impedido a Cataluña convivir con España, ese país regido por vagos, indeseables y jueces cómplices, que ha tratado históricamente de obligarnos a aceptar su “cultura”. Trescientos años han gastado en sus intentos de perversión para homogenizarnos con Madrid, pero gracias a Dios, han fracasado.