jueves, 26 de marzo de 2015

EL CIRCULO INFIERNAL


Los Principios de Economía indican que el Capital es el resultado del trabajo acumulado en forma de ahorros y que los entes financieros (bancos), son instituciones depositarias y custodias del ahorro público (el Capital), que administran con la finalidad de fomentar el desarrollo económico, generar trabajo y crear riqueza. En otras palabras: los bancos están para generar e incrementar la riqueza en otros, no en ellos mismos.

Que los bancos YA NO SON entes financieros destinados a promover el desarrollo económico y social es comúnmente aceptado. Nadie cree que los bancos sean instituciones respetables ni que el gremio de banqueros este formado por gente honorable. Peor aún: en España, además de estas taras, la banca constituye el ente que rige los destinos del país, formada por una banda criminal que ha destruido la economía y llevado a más del 40% de la población a la pobreza. Esta es una verdad en la que LOS PODEROSOS SE RECREAN cuando muestran, en evidente contraste con el país, los beneficios milmillonarios de sus bancos, quebrados hasta hace un par de años. Parte del disfrute deriva de la declaración del Presidente Rajoy advirtiendo que los bancos NO PODRAN DEVOLVER EL DINERO PUBLICO RECIBIDO. 

La crisis económica llegó en el 2008 para arruinar al país. Los bancos quebraron y los ciudadanos perdieron sus ahorros, pero los banqueros guardaban aprovecharon la circunstancia para desfondar a sus bancos y guardar el dinero robado en paraísos fiscales, dejando a sus clientes en la calle y a la población ahogada en deudas que los mismos bancos cobrarían meses después con intereses glotones, embargos y desahucios escandalosos de viviendas y empresas.

Hay suficientes indicios para creer que el Gobierno de España ha colaborado y continua colaborando con el enriquecimiento desleal de los bancos. La prueba más evidente la constituye su negativa tozuda e inamovible de acatar las instrucciones de la Unión Europea para cambiar la vieja Ley Hipotecaria, que protege desmesurandamente a los estafadores y usureros en perjuicio de la población. 

Esta crisis ha servido para empobrecernos y retrotraer la economía española a etapas superadas en el Siglo pasado. Los banqueros han desfondado impunemente a sus bancos y encima han recibido REGALOS milmillonarios para reflotarlos, además de reiterarles el derecho de estafar a sus clientes birlándoles sus ahorros y quitándole sus casas. A pesar de los crímenes bancarios evidentes, NINGUN banquero ha ido a la cárcel mientras que muchos estafados han sido castigados con prisión y multas por quejarse.

¿Hay intereses económicos cruzados entre la clase política y la banca? NATURALMENTE ¿Existen pagos por servicios prestados? NATURALMENTE. No de otra forma podría haberse repetido el ciclo QUIEBRAS - REFLOTE - DESAHUCIOS - QUIEBRAS con tanta precisión. Además, muchos estafadores profesionales han sido y siguen siendo políticos, empresarios y banqueros en un solo cuerpo. 

Lamentablemente el dueto políticos - banqueros no muestra intenciones de cambiar su estrategia de enriquecimiento. Es más fácil estafar al banco con créditos falsos que fomentar la riqueza de la sociedad mediante créditos supervisados. Visto está que en España un banquero le saca más provecho a subirse el sueldo a placer que trabajando seriamente para su banco. Esta circunstancia ha sido plenamente demostrada por Miguel Blesa, nombrado para desfondar Caja Madrid por su amigo J.M. Aznar, labor en la que demostró una eficiencia singular y por la que continúa disfrutando IMPUNEMENTE de sus fechorías. 

En el siguiente gráfico se muestra el círculo infernal irrefrenable que ha condenado a los españoles honrados a ser pobres sin remedio y banqueros y políticos al placer de amasar fortunas mal habidas.


Está visto que los políticos españoles prefieren enriquecerse trabajando y protegiendo a los banqueros, que velando por sus votantes. Rodrigo Rato no es el ejemplo perfecto: ha sido político y banquero y en ambas situaciones ha acumulado riqueza sin rendir cuentas ni beneficio alguno al país. Esa impunidad no podría lograrse son el concurso decidido y solidario de la Justicia. Jueces y fiscales observan los desfalcos y estafas en un lado y los desahucios e injusticias en el otro y en ambos casos mantienen los ojos cerrados. Quizás les han tapado la visión con instrumento bancario.

Años atrás el destacado escritor Alberto Vásquez Figueroa, autor de una extensa obra escrita (Azabache, Ashanti, Garoé  y otros) nos dejó una recomendación que no hemos sabido cumplir. Quizás no había llegado nuestra desesperación al límite que este cúmulo de bandidos nos han llevado. A estas alturas de 2015 ha sonado la hora de pasar a la acción.

lunes, 23 de marzo de 2015

LA HUMILLACION DE LAS HIENAS



Que nadie se sorprenda ante la evidencia de que un partido de fútbol entre el BARÇA y el R.Madrid no es un evento deportivo. Se trata de una toma de fuerzas entre el club insignia de la Capital del Reino y el de su colonia Cataluña. De ahí la importancia social y mediática del evento, el interés desproporcionado de los voceros oficiales, los comentarios y predicciones previas y sus consecuencias.
Un partido de fútbol entre el BARÇA y el R.Madrid tampoco es un evento que se desarrolle y arbitre bajo los cánones deportivos aceptados. Se trata de una batalla que debe ganar Madrid a cualquier costa. Sus consecuencias posteriores pasan a un segundo plano porque la más importante, la humillación del Barça y en consecuencia de Cataluña, constituyen un interés de Estado.


El partido escenificado este domingo, al que llaman Clásico para diferenciarlo de los otros partidos de la Liga Española, fue una clara demostración del aspecto político del evento. Ambos equipos desarrollaron al máximo sus estilos de juego y estrategias, dejando sentadas sus diferencias conceptuales del juego y competitividad. El Barcelona salió a jugar con pases precisos para llegar al área contraria y apuntar a portería, en clara similitud con el estilo catalán. El R.Madrid empleó su estilo preferido: el juego fuerte, la patada artera, el pisotón y el codazo al cuello, reminiscencias de sus estrategias de conquista y colonización. 


Es lógico asumir que el arbitraje deportivo existe para garantizar las reglas y preservar la deportividad, lo cual debería garantizar un juego limpio. Eso es así y vale para los partidos normales de Liga, pero el Clásico no lo es. Más importante que la deportividad y las reglas es el resultado y para ello se designó en esta oportunidad al inefable Mateo Lahoz, que se aseguró de que los atacantes del Barça fuesen impunemente y cabalmente machacados por los jugadores merengues desde el primer minuto, antes de tomar medidas contra la violencia. Mateo Lahoz tenía el encargo ineludible de minar la calidad futbolística del Barça para que el R.Madrid pudiera jugar a su antojo.


La actuación de Mateo Lahoz obedecía a las ordenes directas impartidas por el Gobierno Español al Colegio Arbitral para que éste perjudique al equipo catalán. Son las mismas instrucciones que ha dado a la Hacienda Pública y Tribunales para perseguir al Barça con cualquier pretexto pues este equipo de fútbol es el embajador mas prestigioso de Cataluña ante el mundo. Al tiempo que amenazan a sus Directivos con la cárcel, ignoran las fechorías monumentales de toda índole que protagonizan otros clubes, entre ellos el equipo de fútbol oficial del Estado, que además recibe subvenciones oficiales millonarias.


España no puede permitir que un equipo catalán, el Barça en este caso, pasee sus triunfos ante el mundo mientras el equipo insignia de Madrid es segundón. Es la misma filosofía que PROHIBE a los deportistas catalanes arropar su orgullo con su bandera regional, bajo la amenaza de dejarlos fuera del deporte de competencia.

El partido del domingo transcurrió según el plan oficial, aunque no pudieron evitar que el Barça anotase el primer tanto, que fue empatado por el club blanco antes del receso. Tras el descanso y muchos masajes, los jugadores blaugrana salieron rehechos a la cancha y culminaron el partido con un gol de fina factura. A partir de ese momento arrecieron las agresiones personales del R.Madrid hasta el descaro, tánto que el árbitro se vio obligado a repartir amonestaciones para evitar una degollina a la vista del mundo. Como era de esperar, el partido terminó con tantera de 2 a 1.

Ganó el Barça y perdió el R.Madrid, pero más allá de este resultado simplista, Cataluña demostró una vez más su superioridad deportiva, como en TODOS LOS DEPORTES, y el Gobierno de España ardió en un cabreo monumental que no pudo ser escondido ni siquiera tras la paliza electoral que el Partido Popular recibió en Andalucía este mismo domingo. Ambas circunstancias advierten de dos cambios en el panorama:

1- La muy politizada Liga Española será ganada por el BARÇA, aunque rueden cabezas en la Federación y el Colegio de Arbitros.

2- El Gobierno del Partido Popular ha llegado a su fin, aunque Mariano Rajoy no se haya enterado todavía y deberá empezar a buscar un nuevo escondite, distinto a la conocida cueva de las hienas,  para ocultarse de la Ley porque tarde o temprano la Justicia verá la luz en España y ordenará su captura.