viernes, 10 de octubre de 2014

PERVERSIDAD INFINITA



Su majestad el ÉBOLA ha llegado a España de la mano de Mariano Rajoy y su cuerpo de políticos expertos en el tratamiento de enfermedades tropicales infeccionas. Ha sido otra decisión equivocada del Partido Popular, fruto de la ignorancia unida a su típica prepotencia, que ha dejado al Gobierno de España desnudo ante el mundo. Veamos las circunstancias:


1- Traer a los dos enfermos de ÉBOLA respondió a la necesidad de renovar los lazos con la iglesia Católica y a recuperar votos en el mundo conservador español.

2- A esa decisión se opusieron tenazmente varias organizaciones que aducían la inutilidad de traer un enfermo peligroso para que musiera en suelo español. Asociaciones médicas, científicas y de enfermería se opusieron con razonamientos de peso. 

3- La asociación de enfermeras llegó al extremo de acudir a la justicia pidiendo protección para la población civil ante el peligro que representaba traer el ÉBOLA a España sin estar preparados para manejar el tema con seguridad.

4- Necesitados del peso específico que necesita España ante Europa, Rajoy no dudó en acometer la traída del ÉBOLE a España y mostrar el avión medicalizado que iniciaría la filmación de una película de acción temeraria: Salvamento Intercontinental. 

5- Despreciando el principio de que la ignorancia y la prepotencia constituyen una mezcla explosiva, Mariano Rajoy dio las órdenes de repatriación de los dos enfermos terminales sin siquiera preocuparse por saber de qué país se trataba ni el nivel de riesgo que corría la población española. Refiriéndose al primer enfermo, señaló: "Es un español que está en Africa y con eso basta para demostrar nuestro patriotismo". 

6- Sin esperar el final de la película, la Cancillería y el Ministerio de Sanidad enviaron un memorando ofreciendo a otros países de la U.E. el asesoramiento y experiencia demostrados por España en el manejo del ÉBOLA. 

Pues bien, el plan de Rajoy se ha venido abajo estrepitosamente, como si se tratara de una vitrina llena de cristalería tirada al suelo por animales torpes. El previo traspaso de la sanidad de Madrid a manos privadas y el cierre de hospitales, como el Carlos III, prepararon el terreno para generar un desastre ante cualquier emergencia. Esa emergencia fue generada por Mariano Rajoy y aumentada, multiplicada por una secuencia infinita de errores: imprevisiones, omisiones y desprecio a las normativas y procedimientos de seguridad. Una situación que parecería imposible de superar, salvo por la perversidad infinita que han demostrado en sus actos y declaraciones posteriores la Ministra Ana Mato y el Dr. Javier Rodríguez

Veamos el resultado de la aventurera búsqueda de votos del Partido Popular, con Mariano Rajoy a la cabeza:

1- Los dos enfermos traídos a España murieron, como indicaba el guión.

2- El hospital (Carlos III) al que fueron llevados los sacerdotes, que en tiempo pasado había sido el único centro preparado para atender y controlar casos de Grado 2 en Madrid (Ébola es Grado 4) fue remendado urgentemente sin planificación ni concierto. En un comienzo debería haber servido como escenario de la muerte de dos misioneros, pero ha terminado como hospital de campaña para meter a los infectados de ÉBOLE.

3- Los protocolos de seguridad fueron olímpicamente ignorados en la parte de equipamiento aprobado por la OMS y el entrenamiento previo y supervisión permanente de los técnicos encargados de la operación fueron pasados por alto, dando por resultado una infección mortal en una auxiliar de enfermería voluntaria.


4- La irresponsabilidad llegó al extremo de que la víctima del primer contagio, una auxiliar de enfermería, fue trasladada desde el Hospital de Alcorcón hasta el Carlos III, en una ambulancia común y sin protección del personal sanitario. Peor todavía: esa ambulancia ha seguido prestando servicio público sin haber sido desinfectada, corriendo el riesgo de seguir regando el peligro.

5- No tomaron previsiones para  proteger a la comunidad de Madrid en caso de fallos de seguridad. Ni siquiera dotaron a los centros de salud con equipamientos para profesionales médicos, equipos de tratamiento adecuados y salas de observación y reclusión preventiva. 


6- Ante tantas chapuzas, los profesionales de la salud se niegan a trabajar en el Hospìtal Carlos III, lo que ha llevado a las autoridades a contratar personal externo, sin calificación para esta emergencia.

Después de tantos barbaridades y declaraciones, la Consejería de Salud de Madrid señaló al culpable del desastre: el perro de la víctima. Como corresponde a un Gobierno serio, ordenaron la muerte del animal, que fue cumplida diligentemente a pesar de las advertencias en contra de expertos de medio mundo y protestas mediáticas y presenciales multitudinarias.


Hoy me pregunto ¿Cómo pueden dejar en manos de Ana Mato la salud pública de un país? Una mujer que, igual que su ex marido, está enredada hasta el cuello en la trama Gürtel, que afirma no haber notado la presencia de un Jaguar en su garaje, que no sabía quien pagaba los viajes de placer de sus hijos pequeños a París y que en un cumpleaños gastó 4.000 € en confetti. Esa clase de personas no pueden ser contratadas ni siquiera para empujar un carro-termo por los pasillos de un hospital. También me pregunto qué clase de relación existe o habrá existido entre Mariano Rajoy y Ana Mato, para que la salud pública de España continúe bajo la irresponsable autoridad de esa mujer.


El colmo de la infamia y perversidad ha llegado por la boca de un médico, no de los que curan personas sino uno que se ha dedicado a la política de la bajeza moral. Javier Giménez ha pretendido hacernos creer que la culpable de todo este drama es la víctima, la encargada de cambiarle el pañal al enfermo. La ha calificado de irresponsable e incapaz, mujer que conscientemente habría mentido y se habría saltado las reglas de seguridad a conciencia. En estos momentos sabemos que el estado de Teresa es gravísimo, una situación que podría conducirle a la muerte, lo cual me obliga a preguntarme si su empeoramiento ¿no obedecerá a un plan intencionado para evitar que mejore y pueda desmentir a quienes pretenden colgarle el desastre del ÉBOLA en Madrid?