jueves, 22 de noviembre de 2018

GIBRALTAR, TAN CERCA Y TAN LEJANO


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Visto que el Monarca español moría sin herederos directos, el 16 de Noviembre de 1700, la dinastía Borbón imperante en la poderosa Francia reclamó el trono de España. Luis XIV nombró  Rey de España a su nieto Felipe de Anjou, que ascendió como Felipe V. Por casualidad, también la Casa de Austria aspiraba a la corona española y el Emperador nombró a su hermano, el Archiduque Carlos, para el puesto, lo que dio origen a la Guerra de Sucesión en la que solo nos detendremos brevemente porque nuestro interés es Gibraltar.

76-000904. Una nueva dinastía
Acto de vasallaje de la nobleza castellana ante Felipe V
Francia se bastaba sola, por razones de fuerza y cercanía, para tomar el trono español, pero Inglaterra y Austria no estaban dispuestas a permitir que los Borbón adquiriesen más poder, por lo que se aliaron con Holanda y Portugal para luchar a favor de Austria. Cataluña se unió a ellos meses después. La Guerra fue perdida por abandono del Archiduque, aunque dejó algunos girones que explican por qué España carece  de derechos sobre Gibraltar y a qué se debe que sus reiterados pedidos de devolución caigan en saco roto y con frecuencia sean motivo de burlas. 

Desde 1702 el Almirante inglés George Rooke había puesto sus ojos en la Llave del Mediterráneo, un promontorio que dominaba el Estrecho de Gibraltar y al que muchos llamaban simplemente El Peñón. Tras fracasar en su intento por sentar las bases de los Aliados en Barcelona, el Almirante tomó el Peñón de GIbraltar en 1704 y estableció su dominio sobre el Estrecho impidiendo así que la flota española entrase al Mediterráneo. Los dos grandes puertos de Castilla, Cádiz y La Coruña, quedaban muy apartados, conPortugal por el medio, y era imposible la operación coordinada. 

El ataque final a Barcelona
La campaña para tomar de Barcelona concluyó el 14 de
Septiembre de 1714, larga, sangrienta y arrasó la Ciudad.
Finalizada la Guerra en 1712, los contendientes firmaron un armisticio, Tratado de Utrecht, y las tropas aliadas se retiraron dejando los términos y condiciones pactados:
  • Portugal y Cataluña no serían atacadas por los Borbón una vez las tropas aliadas dejasen la península.
  • La Corona de España la llevaría Felipe de Anjou pero renunciaba definitivamente a las aspiraciones castellanas sobre Flandes, hoy Bélgica. 
  • España cedía a Inglaterra la isla de Menorca a perpetuidad, ocupada por Inglaterra desde 1708.
A última hora Cataluña fue dejada fuera del Tratado si El Peñón de Gibraltar quedaba "para siempre" como reza el documento, en propiedad de Gran Bretaña, agregando para salvar la cara, que los Borbón se reservaban la primera opción de recompra
El último punto explica por qué varios autores afirman que El Peñón responde a una traición, renunciar a la libertad de Cataluña a cambio del Peñón de Gibraltar.
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El puente Golden Gate que cubre la bahía
conectando San Francisco y Okland, en California
A sí pues, en virtud del Tratado, los Borbón entregaron el Peñón y Menorca con la misma "legalidad" que vendieron Colorado, Nevada, Montana, La Florida y California.También quisieron vender Argentina porque allí no habían encontrado oro, pero no hallaron compradores, seguramente por lo lejos. Hoy a nadie en España se le ocurriría intentar recuperar los territorios de Norteamérica luego de ciento ochenta años de haberlos entregado. Menos aún Gibraltar, cedido con documentos hace más de tres siglos.  
Tras la salida de las tropas aliadas, Felipe V atacó Cataluña empezando con un bloqueo permanente.y bombardeos a lo largo de casi dos años, tiempo que Portugal aprovechó para rearmarse adecuadamente y disuadir el proyecto de invasión futura por parte de los Borbón.

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Desde la Guerra de Sucesión Menorca vivió una historia muy movida. En 1756 el Mariscal-Duque Richelieu la toma por la fuerza para Francia, pero tuvieron que devolverla a Inglaterra en 1763. Veinte años después, en virtud de un tratado, la Isla pasó a ser administrada por un cuerpo hispano-francés hasta que en 1802 volvió a quedar bajo dominio español definitivo.

En 1779 la Casa de Borbón, alentada por la historia de Menorca, trató de recuperar el Peñón iniciando un asedio que duró seis años hasta 1783. Fue una operación poco efectiva porque los ingleses se proveían de alimentos desde Menorca primero y luego Génova y otras regiones de la península Itálica. España aceptó la derrota pero desde entonces ha tratado por diversos medios de ignorar el Tratado de Utrecht avivando el espíritu patriotero cada vez que ha tenido problemas internos. El lema inevitable ha sido recuperar el Peñón "robado por los ingleses".

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Sin recursos naturales, tierra fértil ni agua potable, Gibraltar
ha logrado una economía estable y desarrollo asombroso. 
La verdad es una sola y está escrita en un documento firmado por el Rey Felipe V de España: El PEÑON DE GIBRALTAR es territorio soberano de Gran Bretaña. Si la Corona Inglesa quisiera venderlo, lo cual sería imposible en la actualidad, España tendría la primera opción de recompra y nada más.

¿Podría realizarse otro plebiscito entre los ciudadanos del Peñón para determinar su aceptación a que Gibraltar pase a ser parte de España? ¿Podría consultarse nuevamente la voluntad de los gibraltareños para seguir siendo ingleses o si preferirían ser españoles? Independientemente de que la Autoridad de Gibraltar e Inglaterra accedieran a tal consulta, el resultado ya es conocido por los resultados previos que seguramente se han radicalizado visto el tratamiento criminal de España contra sus ciudadanos de Cataluña y Murcia: 

1967: Una consulta sobre la nacionalidad preferida por los gibraltareños arrojó el siguiente resultado: Inglesa 99,6 %, Española 0,03 %.

2002: La consulta para determinar si la población aceptaría una administración conjunta de Gran Bretaña y España fue votada por el 88% y rechazada por 98% de los votantes. 


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Andaluces de la Linea yendo a trabajar a Gibraltar.
En España no tienen fuentes de trabajo
Seamos sensatos, habría que estar locos para renunciar a la autoridad de Gibraltar y protección de Inglaterra a fin de someterse a los gobiernos de España. Me atrevo a opinar que los habitantes de Gibraltar, luego de haber presenciado desde primera fila la política española preferirían cualquier nacionalidad menos la de España.

Por otra parte, los gibraltareños han presenciado de cerca y sufrido los insultos a sus Autoridades legítimas, el abandono de Andalucía, las pésimas condiciones de vida y persistente falta de trabajo en la región. Ninguna persona en su sano juicio accedería a entregarle su patria, por pequeña que fuese, sus propiedades y el futuro de sus hijos a una nación socialmente atrasada y con una clase dominante prepotente y corrupta como la que caracteriza a España.  

En realidad el interés del Estado Español por el Peñón no busca restituir la integridad del territorio. Su empeño es deshacer el vergonzoso contraste entre la cultura y progreso que ha alcanzado el territorio británico bajo el sistema inglés y la miseria que pervive a pocos pasos bajo el sistema español. Es esa realidad precisamente la que ha inducido a los diversos Gobiernos de Inglaterra a proteger el bienestar de sus ciudadanos ignorando olímpicamente las constantes peticiones y amenazas ocasionales de España.