Son las 12 de la noche del 21 de diciembre de 2018, fecha que el Presidente de España señaló meses atrás, propicia para sostener un Consejo de Ministros en Barcelona ¿Con qué propósito? Solo Dios lo sabe porque viendo los resultados, seguro estoy de que él no tenía ni idea. En consecuencia nos tocará especular. El paseo a Barcelona debió de ser aconsejado por alguna de las lumbreras que acompañan a Pedro Sánchez en su carrera política, y la necesidad podría enmarcarse en alguno de los siguientes motivos:
1- Mostrar un gesto amistoso hacia los catalanes.
2- Demostrar que Cataluña es importante en España y para España.
3- Ratificar la autoridad del Estado en Cataluña.
4- Unir lazos entre España y sus provincias, ejemplo de lo cual había empezado en Sevilla pocas semanas antes con una reunión ministerial similar.
En la tarde del día anterior (jueves) el Presidente Sánchez y el President Torras se reunieron con los empresarios catalanes en un ambiente de tensión que algunos asistentes dejaron sentir como señal de su fidelidad a España, fuente se contratos y finanzas. Fue un triste espectáculo ofensivo y de rechazo al President de la tierra donde viven y medran a sus anchas.
Por la noche, con media Barcelona en las calles, el Presidente Sánchez y el President Torras y sus respectivos equipos se reunieron en acto protocolar de Gobierno a Gobierno y suscribieron un acuerdo de pocas palabras:
Tras saberse los términos del acuerdo, empezaron a escucharse epítetos desde Madrid, variados pero sin aplausos, lo que dejaba claro que las élites se habían sentido agredidas.Este 21, Sánchez y su equipo se dirigieron a La Barceloneta donde sostuvieron un Consejo de Ministros al tiempo que, en las calles cercanas ocupadas desde la noche anterior por cientos de miles de manifestantes, se desarrollaba una batalla campal entre 9.000+ policías antidisturbios y la población.
RESULTADOS de la visita del Presidente Pedro Sánchez Castejón a Cataluña:
En general creo que ha sido un cúmulo de tortazos en esa especie de carrera por un campo minado que le aconsejaron emprender.
En primer lugar venir a un lugar donde no quieren verle por tratarse del Presidente de un país que muchos consideran enemigo, debería haber sido más discreta. En ningún caso debió llegar ostentosamente con más de nueve mil guardaespaldas por delante, dando la imagen de conquistador y no de gobernante amigo.
El encuentro de Torras con el Gobierno Español estaba muy mal visto en Cataluña, a menos que se liberasen los presos políticos y paralizasen los juicios contra más de 800 catalanes que participaron en las votaciones del 1-O en 2017. Sin embargo comprendíamos que ese encuentro sería inevitable, aunque no sospechábamos que pudiera lograrse un acuerdo y menos que fuese beneficioso para Cataluña. Ese Acuerdo de Estado firmado con Torras le da a Cataluña una carta que no teníamos y cuyo valor legal y fuerza política a nivel internacional están por verse.
El enfrentamiento inevitable entre policías antidisturbios y ciudadanos desarmados ha descalificado nuevamente a España en su ya deteriorada imagen de país agresivo. El encuentro entre ciudadanos y policías en las calles de Barcelona era una circunstancia que desprestigiaría a España en cualquier circunstancia.
Veamos varios escenarios:
- Policías armados golpeando a ciudadanos desarmados en las calles. Diagnóstico: España agresiva.
- Policías desarmados y ciudadanos protestando desarmados: Diagnóstico: Cataluña se expresa en ambiente de civismo.
- Ciudadanos protestando sin antidisturbios en la calle. Diagnóstico: no hacen falta antidisturbios en Cataluña.
En ningún caso los antidisturbios armados hasta los dientes, como los que mostraron las cámaras de TV, habrían sido elogiados. Por otra parte, es un hecho que a nivel internacional los catalanes tenemos fama de pacíficos y España de agresiva, una tara ganada a pulso a lo largo de su historia. Para aumentar el desprestigio de España, los organizadores de la protesta prepararon estrategias para desenmascarar a los agentes infiltrados que intentarían crear violencia y enfrentamientos desde las filas de los independentistas, una táctica policial sufrida en el pasado reciente. Los sujetos disfrazados fueron parados, identificados y alejados mientras sus imágenes eran lanzadas al aire por Tweeter para minimizar la reincidencia.
También subieron a la Red múltiples imágenes de las actuaciones policiales, algunas realmente vergonzosas, que unidas a las de las emisoras extranjeras, están dando la vuelta al mundo. Como ejemplo, recodemos la escena del policía golpeando y tirando al suelo a una anciana que andaba pacíficamente por la acera, aberración insultante que traerá cola.
En definitiva creo que España ha quedado mal parada y hasta ridiculizada por un detalle insignificante. Durante la conversación entre los Presidentes, alguien miró hacia la mesita auxiliar y ¡Horror, las flores son amarillas!
Había que cambiarlas y sin más, enviaron a un auxiliar pasado en años para que interviniera en la escena de los Presidentes, llevando un pote con flores rojas (por lo del socialismo) que colocó delante de las amarillas para disimularlas. Fue un gazapo precioso si bien incomprensible en el protocolo internacional, hasta que se explica la fobia anticatalana al color amarillo y entonces explotan las carcajadas.
