martes, 27 de febrero de 2018

QUE SIGNIIFICA "EN ESTA ESPAÑA"?


La exclamación "EN ESTA ESPAÑA" empleada frecuentemente en los medios de comunicación para referirse a hechos y acontecimientos imaginarios que estarían afectando la vida ciudadana y nacional de ese país, se ha vuelto común. Sería una especie de argumento indefinido que pretende desvirtuar actitudes contrarias a la historia "democrática" de la España actual.

La supuesta realidad de esa España del Siglo XXI, mal que le guste a los promotores de su actualidad histórica, no pasa de ser un lamento disfrazado con sensibilidad herida en los círculos cercanos al Poder económico y político de Madrid. En realidad la situación emocional y política de España continua anclada en el siglo IXX, igual que el sentido crítico de sus medios de comunicación. Algunos periodistas han pasado por la universidad, aunque la universidad no haya pasado por ellos, y emplean medios de información e impresión a la última moda (o casi), pero bajo la dirección e intereses de señores feudales a la antigua usanza, que siguen empleando la censura  como se estilaba en la última dictadura.

Admitiendo las enormes diferencias que existen dentro de la realidad geográfica de la España actual, el concepto de país es tan diverso y a veces antagónico, que difícilmente podamos seguir considerándola una unidad política porque el desapego emocional ya es radical. No hay que ser muy listo para percatarse de que millones de ciudadanos que llevamos pasaporte europeo expedido por España, no nos sentimos españoles. Muchos ni siquiera quieren serlo y hay varios millones que han desarrollado odio hacia Castilla y sus dominios. Mientras tanto el desprecio entre regiones es notorio, a veces descarado, con lo que resulta que "En esta España" podría cambiar a una expresión más fidedigna: "En este saco de gatos". 


Esta circunstancia ha podido constatarse nuevamente con motivo del Mobil World Congress (MWC) de Barcelona, en pleno funcionamiento mientras escribo estas líneas. La Alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y el President del Parlament Roger Torrent, se abstuvieron de asistir al acto protocolario ofrecido por el Rey Felipe VI, evento que intencionadamente se conoce como Besamanos. Es un recordatorio de tiempos pasados en los que los poderosos del Reino se acercaban cual súbditos rastreros a besarle la mano al Monarca, ratificando su juramente de lealtad al elegido por Dios para disfrutar del trabajo de los demás y repartir palizas y muerte a discreción.


La ausencia de la Alcaldesa coincidió con la de otras autoridades catalanas, pero la de Ada Colau llamó más la atención, incluso que la del President del Parlament, por varias razones propias de "en esta España":

* A los Bonbón y su corte les resulta inaudito en una mujer que por su condición debe ser obediente y servicial, se haya atrevido a ignorar el llamado de su soberano, aunque más tarde asistiera a la comilona y tomase asiento ante el Rey en compañía de Roger Torrent, Presidente del Parlament.

A la prensa española le resulta inadmisible que una mujer sea capaz de pensar por sí misma, especialmente una en quien Castilla cifra sus esperanzas para restañar la ausencia de afecto en Cataluña. 

* También es incomprensible que una mujer atente contra los intereses fiscales del Estado poniendo en riesgo un ingreso cercano a 500 € millones que deja el MWC en Barcelona, de los cuales casi 100 € millones se los lleva el Estado. Han esgrimido su falta de sensibilidad por el interés de los catalanes, aunque este argumento sea una falacia descarada porque España ha tanteado en diversos momentos la posibilidad de llevarse el MWC a Madrid. Por fortuna los Directivos de este sector tienen las ideas claras.

ACLAREMOS CONCEPTOS:

El Besamanos Real es un acto protocolario ofrecido periódicamente por la Casa Real a costa de todos nosotros. Fue ideado para ratificar públicamente, dondequiera que tenga lugar, la condición soberana y absoluta del Rey

No por casualidad, en Barcelona su poder está siendo discutido con diversas demostraciones públicas a cambio de agresiones sangrientas periódicas que no estamos dispuestos a olvidar ni perdonar. Mal podría nuestra máxima representante "electa" prestarse a engordar el protocolo de aquel a quien muchos consideran el peor enemigo de Cataluña. 

La asistencia al Besamanos era por invitación. En democracia esa condición conlleva la opción del invitado a rechazarla y Ana Colau se abstuvo de aceptarla. Por otra parte no debemos olvidar las carretadas de insultos e infamias gratuitas que España descargó y sigue atizando contra Ada Colau desde el momento que descubrieron su poder de convocatoria. Son las mismas ofensas empleadas contra la Alcaldesa de Madrid, ajena a los círculos de podredumbre que gobierna España.
Luego de tantas agresiones ¿pretenden que la catalana se tragase la mierda que le han tirado para poderle besar el trasero al Jefe de sus enemigos? Eso es ignorar los principios más elementales de la dignidad que en Madrid pretenden negarnos.


En la noche del mismo día Ada Colau asistió al banquete ofrecido a los organizadores del evento, por lo que fue acusada de varios pecados, entre ellos atrever a sentarse frente al Rey y cuestionar su discurso después de la paliza que su Gobierno ordenó contra millones de catalanes ¿A qué se debía esta actitud aparentemente contradictoria de Ada Colau? 
Respuesta: el invitado a la cena era el Rey, un banquete ofrecido por la Alcaldesa como Presidenta de la Fundació Fira de Barcelona. Ella se sentó en "su sitio", con el President del Parlament a su lado y el Rey con su corte al frente, en la mesa de la Presidenta..

¿Cómo se explica que una mujer se atreviera a cuestionar al Rey por su agresión a los ciudadanos de su ciudad, de Barcelona? Porque la Alcaldesa y las catalanas en general, aunque en Castilla no lo puedan comprender, disfrutan de unos ovarios que pesan tanto o más que los testículos. 

Felipe de Borbón respondió a la Alcaldesa que la función principal de la Casa Real es "defender la Constitución". "En esta España" es comprensible su respuesta, pero en el Siglo XXI su función primaria, como se lo explicó la Alcaldesa, debería ser la defensa del bienestar de los ciudadanos y resolver los conflictos de intereses entre regiones, estratos sociales y vecinos. Es comprensible que para un Borbón tales conceptos sean abstractos y tan despreciables como la libertad de pensamiento de sus siervos.


El sábado, como estaba pautado, las autoridades conjuntas de Barcelona y el Estado, inauguraron las Feria. Ada Colau y Nuria Marín, Alcaldesas de Barcelona y 'Hospitalet,  presidieron el acto, si bien la de Barcelona se mantuvo alejada del Monarca. Ella sabe que su ciudad no tiene nada que pedir ni esperar de la Casa de Borbón.

La prensa españolista seguirá tratando de hacer leña con la actitud de Ada Colau, a pesar de que haya actuado como esperábamos de una señora que sabe cual es su obligación, su puesto y prerrogativas. Fue electa para actuar como Alcaldesa, no para hacer bulto y ridículas genuflexiones en los actos del Jefe de las fuerzas enemigas.


Para cerrar quisiera recordarle a quienes pretenden difuminar la realidad de Cataluña, que Ada Colau no recibió el poder como herencia de sus padres, ni se mantiene viviendo gratis a costa de millones de familias empobrecidas y fomentando negocios que le rindan jugosas comisiones. 

Ada Colau llegó a la política luchando por los derechos civiles en la calle, sufriendo hambre y sed, agresiones policiales y uniendo voluntades para enfrentarse al poder de las constructoras, energéticas y banqueros a los que Felipe VI representa. En consecuencia no esperen que se arrodille a los pies del poder que viene enfrentando desde hace años.

Sobrarán los que clamen por más consideración y respeto en el tratamiento de la Casa Real en esta columna. A todos ellos les pregunto ¿Qué ha hecho la Casa Real para merecerlos?