Este jueves 18 de Septiembre, en el programa 8aldía, Josep Cuní preguntó a Artur Mas, President de la Generalitat: ¿En caso de recibir una respuesta de las autoridades españolas para iniciar un diálogo que desencallase el problema, estaría dispuesto a detener la convocatoria para la consulta popular del 9 Nov? ¿Y si España le ofreciera un nuevo Estatut, qué respondería? Artus Mas aseguró que seguía dispuesto a iniciar el diálogo, inclusive un debate ante las cámaras, pero rechazó la idea de plantear un nuevo Estatut sin dudarlo ni un momento.
La respuesta del President Mas no es otra cosa que el reflejo del sentimiento de la gran mayoría de los catalanes, cansados de recibir insultos, desprecios, abusos y toda clase de injurias de España, ya sea por boca de sus autoridades, de españoles de a pie e inclusive de muchos voceros de las medios de comunicación políticos, económicos, sociales y hasta deportivos. En ningún caso ha habido intenciones de interpretar nuestras quejas ni analizar nuestros deseos de independencia como último remedio. "Como son catalanes, gentuza inferior - piensan en España - tienen que aguantar lo que nos dé la gana".
En el colmo de la hipocresía, algunos voceros del Gobierno han llegado a proclamar "Amamos a Cataluña", mientras nos tienen cogidos por el
cuello, incumplen sus promesas presupuestarias y de financiamiento, nos insultan descaradamente, prohíben el Catalán y pretenden destruir nuestra cultura. Ante tal actitud histórica es comprensible que se nieguen rotundamente a analizar mutuamente nuestras quejas y arreglar las diferencias.
Las relaciones España - Cataluña se parecen mucho a las relaciones de parejas en algunos países del tercer mundo: mujeres sometidas al matrimonio por la fuerza, con hombres a los que nunca han amado.
En esos matrimonios el hombre manda y la mujer obedece y satisface por obligación los caprichos del marido, todos sus caprichos, y en caso de que trabaje, le entrega el sueldo completo por el que el hombre no ha de rendir cuentas. En caso contrario ella recibe insultos y palizas periódicas y cuando habla de separarse porque no aguanta más el martirio, el marido la encadena al pie de la cama amparándose en el sagrado matrimonio y en su obligación amarle y servirle.
"Eres mía porque soy tu dueño"
repite cada vez que ella se queja y seguidamente la viola nuevamente mientras contempla divertido el asco reflejado en el rostro de su víctima. 
"Estás obligada a amarme sin condiciones"
le repite constantemente España a Cataluña, igual que el marido machista le grita a su mujer mientras le arrea bofetadas para silenciarla. Tarde o temprano llegará el momento en que esa mujer odiará al marido, lo suficiente para desearle cualquier desgracia, hasta la muerte. Sabe que solo así logrará la libertad y cuando adelgace lo suficiente por el hambre sufrida, se zafará de las cadenas y saldrá corriendo sin importarle el futuro.Esa imagen refleja la relación histórica entre España y Cataluña desde que los Borbón la conquistaron por la fuerza.
Actualmente estamos en otro extremo del distanciamiento, una nueva etapa para que germinen el odio y las represalias sin que España dé margen para aliviar la presión. Cualquier solución, por mala que fuese, habría sido menos dolorosa para ambas partes que continuar juntos a la fuerza, porque podríamos llegar al extremo de que Cataluña busque la manera de hundir a España para quedar libre, sin miramientos por el precio a pagar.
Para mantener sometida a Cataluña, España siempre ha recurrido a amenazas de fuerza, suspensión de su autonomía y recientemente juicios penales. Ha empleado amenazas menos radicales pero igualmente estúpidas, que se refieren a consecuencias inevitables en caso de separación. Recordemos algunas:
"La independencia será la ruina para Cataluña": Es una mentira como la catedral de Burgos, pero en todo caso no nos importaría pasar hambre."Quedareis fuera de la U.E.": Seguir en la U.E. con España es una desgracia que no nos merecemos. Con tal de salir de España no nos importa salir de la Unión Europea.
"Quedareis perdidos en el espacio infinito para siempre": Mejor solos que eternamente apaleados.
"No os compraremos ni una botella de cava": España ya ha realizado anteriormente boicots contra Cataluña. Mariano Rajoy y su banda fueron los protagonistas del último boicot nacional en 2006. Que lo hagan otra vez no nos asusta.
"Os quitaremos la nacionalidad": Pueden metérsela donde les quepa, con carnets y pasaportes incluidos.
"Ningún país os reconocerá como nación": Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
