sábado, 24 de marzo de 2018

ESCLAVITUD DEPORTIVA


Estoy cansado de oír que "deporte" y "política" no tienen relación a modo de justificación para que deportistas de élite catalanes defiendan ardorosamente los colores de España sin importarles que ese país prohíba a Cataluña la defensa de sus propios colores. En pocas palabras, los deportistas catalanes tienen prohibido el pensamiento propio y amor a su patria. Están obligados a pensar en español y servir a un reino que maltrata a sus conciudadanos y agrede sus instituciones.


Siguiendo esa línea de pensamiento, los que ejercemos otros trabajos y oficios, médicos, albañiles, electricistas, ingenieros o verduleros, todos vasallos de España, deberíamos ser descerebrados para impedir que podamos amar nuestra patria o negarnos a trabajar para satisfacer las ambiciones de los ladrones que mandan en España. 

En el Siglo pasado se dieron situaciones equiparables a la realidad española: los habitantes de países invadidos por el Tercer Reich y la URSS que mostrasen reticencias a servir a las fuerzas invasoras, ya fuesen alemanas o rusas, eran castigados con cárcel o la muerte, a gusto de las autoridades invasoras. Algunos de esos países incluían Francia, Polonia, Austria, Holanda, Dinamarca... Siguiendo ese ejemplo de dominio avasallador, los jueces españoles acusan por "delitos de odio" a cualquier catalán que no se entusiasme ante el grito "Viva Franco y Arriba España" y nos encierran en calabozos, como han hecho con activistas políticos, titiriteros, cantantes o recogedores de basura. Me pregunto si también encerrarán al deportista que se niegue a vestir su camiseta

De todos los ejemplos de esclavitud ideológica  que España emplea sobre los vasallos de los países ocupados, el más significativo son los deportistas, que deben lucir la bandera del país enemigo y poner su máximo empeño por brindarle glorias. Poco importa que después sean despreciados e insultados, ellos y a veces sus familias, cuando aparecen en estadios de España, al fin y al cabo solo son vasallos obligados a traicionar a su país. 

Los casos más esclarecedores de esta situación son Sergi Busquets y Gerard Piqué, obligados a sufrir vejámenes personales en los estadios de España. Por su parte Piqué ha sufrido infamias contra su mujer y deseos de muerte contra su hijo. Ambos casos son justificados por la prensa española aduciendo que los catalanes no tienen derecho a defender su honor ni responder las infamias que la misma prensa inventa y lanza contra los esclavos deportivos de España.

Este 23 de Marzo Cataluña ha vuelto a ser agredida despiadadamente por su peor enemiga: España. Nuestros líderes sociales y políticos están siendo difamados y encarcelados por las fuerzas oscurantistas españolas y los catalanes reprimidos a sangre y fuego. Al mismo tiempo varios catalanes estaban defendiendo los colores del enemigo en las canchas deportivas del mundo. Me pregunto si a esos deportistas no se les cae la cara de vergüenza por llevar el escudo de España en el pecho mientras Cataluña está siendo vejada y agredida con entusiasmo por España. 

Estemos claros: las agresiones contra Cataluña no viene de unos jueces aislados y media docena de criminales descerebrados. La agresora es España como un todo, esos millones de bestias que nos odian y gritan "a por ellos", los medios de prensa que justifican la sangre derramada para vender minutos, los títeres disfrazados con togas, los miles de criminales uniformados y las fuerzas enemigas que España ha logrado introducir en Cataluña, principalmente PSC y Ciutadans.


No puedo cerrar este página sin hacer un llamado a 
Sergi Roberto, Gerard Piqué, Nacho Llovet, Jessica Vall, Cesc Fabrega, Pau Gasol, Mireia Belmonte, Jaume Alguersuari, Sergi Busquets, Gemma Amengual, Marc Marquez, Marta Bach, Dani Pedrosa ,Jordi Alba y cien más: 

Cuando vistáis los colores de España recordad la vergüenza que ese acto produce en millones de vuestros conciudadanos. Cuando lucháis por España, millones de catalanes nos sentimos traicionados en nuestra dignidad, dolidos ante vuestra falta de solidaridad con las víctimas en vuestro país, esclavizado y en proceso planificado de destrucción moral a manos de España.