viernes, 27 de junio de 2014

GODBYE SPAIN


Hace cosa de 4 años atrás, en tiempos del Gobierno de Zapatero, aquel que fuera Presidente de la Generalitat, el socialista José Montilla, advirtió al Congreso de Diuputados que la desafección de Cataluña hacia España estaba creciendo y lo acusaba a falta de entendimiento cultural, social y económico con el centro del poder de Madrid. A nadie pareció interesarle el tema y desde entonces han tenido lugar varias circunstancias que han convertido la desafección en extrañamiento radical, tanto así que una mayoría determinante de la sociedad catalana, profesionales, empresariales, laborales, amas de casa y estudiantes, exigen la independencia.

Existen tres puntos de inflexión que han exacerbado el enfrentamiento catalán con respecto al Gobierno de España:
  • La sentencia tristemente dilatada (4 años) del Tribunal Constitucional obediente al Partido Popular, deformando el Estatut hasta convertirlo en una burla pública.
    • El ascenso de Mariano Rajoy a la Presidencia del Gobierno, cuyos antecedentes filosóficos y proselitistas anti catalanes han sido y siguen siendo intolerables para Cataluña. Rajoy fue el ideólogo y protagonista principal del boicot a los productos catalanes en el año 2006.
    • La abdicación del Rey Juan Carlos I y coronación de su hijo como Felipe VI, de la Dinastía Borbónica tradicional verdugo de Cataluña, sin que en ninguna de estas decisiones se haya solicitado el parecer de las autoridades y representantes catalanes.

    Claro está que a lo largo de los Gobiernos del PPSOE, el abuso y más recientemente vejámenes a Cataluña, han sido la norma, desde el claro expolio fiscal, interferencias al desarrollo económico, obstrucción al desarrollo y medios de comunicación, dictámenes oficiales para degradar nuestros servicios públicos y salud, hasta leyes que insisten en menospreciar nuestra cultura y erradicar nuestro idioma.

    Ante el creciente rechazo a España, la oligarquía madrileña ha estado empleando los argumentos del miedo dirigidos a la mayoría o del patriotismo para motivar a sus pocos fieles españoles radicados en el Mediterráneo. Paralelamente el nuevo Rey Felipe VI parece tener interés por salvar su reino del desastre, porque no de otra manera podría verse la independencia de Cataluña, aunque Monarca y oligarcas están descubriendo que cada una de sus actos suma más independentistas y es que los catalanes se han cansado de agresiones, insultos, amenazas, mentiras y especialmente incumplimiento de convenios y compromisos. Creemos que para divertirse deberían seguir haciéndolo con los gallegos y extremeños.

    A estas alturas, lo mejor que podría hacer Felipe VI sería irse acostumbrando al lema "GOODBYE SPAIN", slogan que más allá de una moda, es la expresión de un país que se cansó de ser colonia.


    jueves, 26 de junio de 2014

    VAYA, VAYA, CON JUAN CARLOS

     
    Mientras interpretaba el papel de Rey de España, el personaje hizo más de una calaverada, aunque los simples mortales unicamente podíamos sospecharlo, ni siquiera comentarlo, porque el tema estaba vedado. Ha tenido que dejar la teta para que, aunque todavía no sepamos todas las verdades, nos demos cuenta de una realidad oscura.


    Nadie podría haberse imaginado que el pasado del viejo Rey de España fuera tan negro. De no ser este el caso, sus patrocinadores y mandantes no sentirían tanto miedo a las posibles consecuencias ni pondrían tal empeño y velocidad para modificar las leyes y cubrir a Juan Carlos Borbón bajo una capa protectora a prueba de bombas. 

     O sea, sin importar que esté desempleado, que no tenga relación con el Estado, que pudiera tratarse de un sinvergüenza que estafa a la Nación (como han hecho algunos de sus familiares) este personaje solamente podrá ser denunciado ante la Corte Suprema. Cuando llegue ese momento ésta ya lo habrán declarado "incuestionablemente honorable e inocente" de cuantos crímenes haya cometido y pudiera protagonizar en el futuro.

    Y es que los tribunales de España, como hemos podido constatar reiteradamente, a más elevados, más alejados de la ley. Será una reposición del teatro que han puesto en escena en el caso de Cristina, cuya evidente participación en las estafas al Estado no es impedimento para que la Fiscalía, actuando como abogado defensor, exija eximirla de cualquier sospecha.
     
     ¿De verdad ha sido tan pecaminoso este individuo para que ahora necesite urgentemente una coraza legal con notoria falta de probidad legislativa ? ¿Acaso generó tanto cagalera en los círculos de la oligarquía para que fuere necesario tirarlo por la ventana sin aviso y sin protesto? Desde luego, sus aventuras en Africa, el descaro y abuso demostrados con su última amante, los viajes de negocios supuestamente favorables a España, las relaciones con el dúo Urdangarín-Borbón, la última demanda por paternidad...  Todo ello deja mucho que pensar del protagonista y explica las urgencias y falta de excrúpulos que está demostrando Madrid.

     












    Y mientras esta desvergüenza política sigue teniendo lugar, muchos de los republicanos que defendían el derecho a decidir el futuro, siguen recuperándose de las palizas que recibieron de los esbirros del Régimen. Algunos manifestantes, entre ellos varias mujeres, fueron encarcelados a pesar de los esfuerzos colectivos por rescatarlos de las garras asesinas. Muchos corrían para evitar las palizas y otros se escondían en portales y entradas del Metro

    ¿Qué ha quedado de la deshonrosa actuación fascista? Aquellos que la sufrieron y los que pudimos contemplar el espectáculo por la tele seguimos rumiando el odio que tales actuaciones han sembrado en la conciencia de los siervos del Reino, a la espera de que llegue el día de la venganza. 


    lunes, 23 de junio de 2014

    LA FALTA DE APLAUSOS DE ARTUR MAS



    Seguramente ARTUR MAS, Presiden de la Generalitat de Catalunya, haya sido la persona más criticada durante la semana pasada. A pesar de que los análisis sobre el discurso de Felipe VI ocuparon tanto espacio como el descubrimiento de la Penicilina y que los comentarios del color de las bragas de Leticia fueron temas obligado en TODOS los programas de opinión,  nada llenó tanto de satisfacción a los medios de prensa madrileños como las críticas e insultos a Artus MAS por su falta de aplausos al discurso real. 


    Desde su letrina particular, la oligarquía madrileña y sus órganos de prensa, con los reyes de la infamia a la cabeza, se han pasado esta semana manoseando y barajando un solo tema: "La falta de respeto y educación de Artur Mas". Entendemos que le habrían criticado aún si hubiera aplaudido, ya fuere porque le notasen falta de entusiasmo, o porque su entusiasmo excesivo denotase hipocresía. Le hubieran criticado igualmente por apoyarse más en su pié izquierdo o porque una paloma hubiera descargado un gallinazo sobre la cabeza de Leticia en su paseo madrileño. 


    Entiendo que estemos casi obligados por conveniencias sociales a aplaudir algunas representaciones artísticas aunque no sean de nuestro agrado, que demostremos solidaridad aplaudiendo al paso de algún fallecido de la política al que hayamos deseado su muerte o que aplaudamos el triunfo del equipo contrario por razones de deportividad. Pero de ahí a que nuestra máxima autoridad apruebe con su aplauso una exposición política de intenciones que juegan contra nuestro país va un largo camino. Y es que el discurso de coronación de Felipe VI no pasó de ser una lectura bien pronunciada del texto preparado por la oligarquía madrileña para advertir a los siervos de España, incluyendo a  los habitantes de las colonias catalana y vasca, del futuro servil que se espera de ellos.

    Seamos sinceros: Felipe VI no será mejor que su padre, igual que este no evolucionó más allá del político de oficio ancestral a quien Franco encomendó la tarea de cuidar la herencia económica e inmoral de sus partidarios. El reinado de Juan Carlos I fue económicamente engañoso y moralmente oprobioso, como lo demuestran las prisas que la oligarquía y sus sirvientes políticos demuestran para blindar jurídicamente al viejete y evitar que pudiera tirar de la manta.



    Artur MAS no aplaudió porque el discurso de Felipe VI no lo merecía ni de lejos. Entiendo el deseo que debe de haber sentido el líder catalán por levantarse y salir del Parlamento mientras el nuevo Soberano hablaba de las víctimas del terrorismo (ETA) sin recordar los más de 200.000 asesinatos del franquismo después de 1939, entre ellos ePresident Lluis Companys.  Debió de haber sentido sus tripas revolviéndose cuando el orador hablaba del respeto a las culturas que "conviven" en España mientras su familia y Madrid siguen luchando descaradamente por exterminarlas a cualquier costo. MAS solamente debió sonreír cuando el nuevo Rey mencionó al Quijote y su parlamento sobre los hombres comunes versus los excepcionales, porque ciertamente en su discurso, Felipe VI no pasó de repetir el mismo rosario de ideas retrógradas y demostradamente falaces que han aplicado sus antecesores y cortesanos durante 300 años. 


    Personalmente también me alegré de que MAS no haya aplaudido al monarca por dos razones puntuales:

    • Felipe VI asistió a su coronación rodeado con la hez política y social de España, ese hatajo de ladrones que la han ordeñado hasta sangrar durante tres siglos.
    • Mientras pronunciaba el discurso y hablaba de concordia, sus fuerzas represivas cumplían sus órdenes previas y agredían a todo aquel que discrepara de sus ideas, reafirmando así su concepto totalitario de la política.