viernes, 16 de mayo de 2014

NEO-FRANQUISMO ESPAÑOL EXIGE SER AMADO

Jorge Fernández Diaz, seguramente inspirado en los gloriosos años del Franquismo, se ha impuesto la tarea de obligar a los españoles a sentir amor y respeto por los políticos del Régimen del PP, incluyendo a su Ejército, Falange y jueces subyugados. No a otra razón podrían obedecer sus amenazas de enjuiciar a quienes hayan expresado algún grado de satisfacción por el asesinato de una dirigente del PP a manos de otras mujeres de ese partido. La excusa para actuar de manera tan drástica es que las susodichas expresiones de satisfacción suponen actitud agresiva.


Es evidente que Fernández Díaz no es capaz de comprender y mucho menos digerir lo que los súbditos del Reino de España, incluyendo a catalanes y vascos, consideramos actitudes agresivas. Se lo explicaré sucintamente:

Actitud agresiva es la que demuestran los banqueros que han estafado a media España con "preferentes" y arruinado la vejez de millones de jubilados, contando con la complacencia del BCE.


Actitud agresiva ha sido la ruina de la economía, estafas a los ahorristas y destrucción del empleo a manos de los bancos, que luego desahucian a sus víctimas y exigen que les sigan pagando las hipotecas ejecutadas.

Actitud agresiva es que los jerifaltes del PP se repartan sobres con miles de euros en negro mientras la población pasa hambre.

Actitud agresiva es que el Gobierno del PP le regale 100 mil millones de dinero público a los BANQUEROS LADRONES y  en cambio a la población la tiren la calle.

Actitud agresiva es que quieran devolver España a los años del Franquismo, dictando leyes contra la sociedad y encima protegiendo y condecorando algunos de los asesinos que quedan vivos de aquella época oscura.

Actitud agresiva es que sometan el Poder Judicial a los intereses de políticos y ladrones para que puedan seguir robando impunemente.

Actitud agresiva es que destituyan y juzguen a los jueces que se han atrevido a enfrentar la corrupción del PP y su trama.

Actitud agresiva es que el Gobierno pretenda criminalizar a todos los que no estamos contentos con la destrucción del país que el dúo PPSOE está llevando a cabo.

Actitud agresiva es que Ana Mato se burle de quienes necesitan asistencia médica, Rajoy mienta descaradamente ante el Congreso y Montoro pretenda engañar al país con sus cuentos de la recuperación, bienestar y bajadas de impuestos.

Actitud agresiva es que la Justicia saque de las cáceles a ladrones, estafadores de bancos y traficantes de drogas, mientras destituye y enjuicia a los jueces que quieren defender a la población de esas lacras.


Actitud agresiva es que hasta la Familia Real siga dando ejemplos de inmoralidad y comportamiento deleznable.

Actitud agresiva es la suya, Sr. Fernández Díaz, ordenando informes policiales inventados contra los opositores políticos del Gobierno y repitiendo cual loro borracho que Cataluña es pasto de la violencia y de enfrentamientos entre las familias. 

Podría darle más ejemplos de actitud agresiva, pero creo que los anteriores son suficientes para hacerle comprender que aquellos que no lloramos porque las mujeres de su partido se estén matando entre ellas, tenemos suficientes razones para sentir alivio y desear que en su partido se extienda la violencia que ustedes inventan en otros y fomentan en España, hasta que usted y las bestias de su partido desaparezcan de la faz de la Tierra. 

Su Partido Popular ha estado haciendo todos los méritos posibles para que la población los odie. Twitter solamente es la demostración del sentimiento popular que el Neo-Franquismo se empeña en fomentar.

martes, 13 de mayo de 2014

PROFILAXIS POLITICA ESPAÑOLA

Lo de la fulana que mataron a tiros en León parece un programa cómico de mal gusto que mostraría a un pescadero tramposo pretendiendo vender por freso un calamar que lleva 8 horas pudriéndose en el patio de la pescadería.


En el teatro de operaciones de León conocían a la fulana como beneficiaria de una docena de cargos oficiales, aficionada a la malversación de dineros públicos, autoritaria sin límites y para colmo, más fea que pegarle a la madre. Quizás ello explicaría por qué era odiada por todos aquellos que tenían que tratarla. Naturalmente sus colegas de profesión y malos oficios pretenden hacernos creer que se trataba de una dama virtuosa, amiga fiel y protectora de los pobres, aunque no explican por qué la fusiló (aparentemente) una de sus amigas y compañera de partido. Solo faltaría que el Gobierno pretenda culpar del hecho a la supuesta crispación en Cataluña.


Seamos francos. Descartando los ladrones profesionales que viajaron a León para tomarse fotos con caras compungidas, la mayoría de los que pasaron a ver el féretro solo querían sentir la satisfacción de verla estirada y muerta y si podían, escupir en su cara. Eso es lo que yo habría hecho porque odio a los vividores y abusadores de oficio, sean mujeres u hombres, de derechas o izquierdas, grandes o enanos, blancos o negros. 

Viéndolo bien, esta muerte debería considerarse un acto de limpieza social. Claro que, si de mi hubiera dependido, habría escogido a otra reina de belleza. Cual beneficio adicional a la población señalamos que durante dos días los partidos políticos nos librarán de sus sesiones de mentiras, esos actos sagrados, según González Pons. Ante tales ventajas ¿quién podría dejar de desear que se repita el libreto?

Una última reflexión. Si tanto llama a duelo la muerte de una mujer como esa ¿por qué los políticos son tan insensibles ante los asesinatos diarios que asolan nuestra sociedad? ¿Por qué no les duele la mujer acuchillada por su marido en Mataró, el chico acuchillado en Vallecas o el que se suicidó en Málaga porque Caja Madrid lo estafó y encima los desahució del piso? La respuesta es obvia:  Su colega era política y los demás somos mierda.