viernes, 16 de noviembre de 2012

DESTINO DE LOS IMPUESTOS DE CATALUÑA

Nuestros hijos en Cataluña están obligados a pagar 4,80 € por el menú escolar o 3,80 € por el derecho de llevar  la comida en un tapper, para consumirla sentado con sus condiscípulos. De igual manera, en el CONGRESO de los DIPUTADOS, nuestros sacrificados representantes, impedidos de ir a comer a sus casas, se ven sometidos a la terrible necesidad de comer en un restaurante instalado en el mismo edificio. Su exiguo salario de 37.000 € más viáticos y gastos, no les alcanza para entrar a un bar cercano y reponer las fuerzas gastadas en bien de la Nación.

El Comedor del Congreso no es un restaurante de lujo, aunque tampoco se trata de un local improvisado donde sirvan en bandejas tipo colegio. Se trata de un local especialmente acondicionado para recibir dignamente a sus Señorías con vajilla, cubiertos y servilletas acordes a su rango. El restaurante está regentado por el muy prestigioso Arturo Fernández, Presidente de un grupo empresarial dedicado a la restauración (Restaurantes Arturo), Presidente de CEIM (Empresarios Madrileños y Cámara de Comercio), íntimo de Esperanza Aguirre y muy bien relacionado con el mundillo político de la Capital del Reino. Diriase pues que su presencia garantiza calidad y confianza.

Supuestamente y según información proveniente del Congreso, Arturo Fernández recibe por sus servicios a la Patria,  la modesta asignación de 850.000 € y el Comedor una subvención presupuestaria de 175.000 € fijos y hasta 183.000 € para variables, que garantizan calidad y un menú variado y cambiante de 5 entradas, 5 platos principales, postre, bebidas y café. Un Menú típico de este Comedor podría parecerse al siguiente:

ENTRADAS:
Ensalada de cangrejo
Pasta corta tres quesos
Aguacate con gambas
Ensalada rusa
Melón con jamón

PRINCIPALES (con contorno de
ensalada o patatas al gusto).
Filete de ternera con pimientos
Atún a la plancha
Cazuela de mariscos
Pollo empanado con jamón
Osso bucco a la romana

Podríamos decir que este menú debería satisfacer todos los gustos de los Diputados que comen allí cada día y de los empleados del Concgreso, periodistas e invitados, que constituyen una media ligeramente superior de 500 cubiertos diarios. Desde luego, la gravísima crisis que afecta a los habitantes de España y su Colonia, ha llevado al Congreso a no regalar la comida que consumen los clientes del Restaurante Arturo, como se conoce al Comedor. Para fijar el precio del menú, tomaron como precio base el que pagan los niños en el comedor escolar, 4,80 € por menú fijo y una fruta, y analizaron las diferencias en variedad, cantidad, calidad y costo de los ingredientes. Tras intensas discusiones se determinó que los Diputados y sus invitados deberían pagar 3,55 € por cubierto.

¿Escandaliza a alguien que esos individuos que ocupan el Congreso de los Diputados, hayan tenido el descaro de asignarse por menús de primera, un precio menor del que pagan nuestros hijos por una comida escasa y fija, elaborada con limitaciones de costo? Sí que escandaliza, mucho y a todo el mundo, especialmente a quienes estando en el paro o devengando menos de 10 mil € anuales, encuentran difícil pagar 4,80 por la comida de sus hijos.

¿Para eso y otros abusos se emplean los impuestos que Cataluña entrega a España diariamente? Y además se lo gastan alegremente, impunemente, sin importarles que la pobreza en este rincón colonial supere el 20% de nuestra población o que más de 100 mil familias en Cataluña se vean privadas de disfrutar de dos comidas al día. 

En el colmo de los colmos, se alarman de que aspiremos a la Independencia y de que rechacemos ser paisanos suyos. En realidad luchamos por librarnos de una sumisión insoportable y de una leyes coloniales creadas por un atajo de sinvergüenzas que, bajo el disfraz de Diputados, esconden a un club de chulos profesionales de la política.


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