jueves, 24 de julio de 2014

MI APOYO INCONDICIONAL A ISRAEL











El conflicto entre Israel y los países árabes, del que Gaza solo es una ligera consecuencia, ha durado ya más de 60 años sin que el mundo "civilizado" parezca tener interés en resolverlo. La venta de armas es un negocio mil-millonario al que nadie quiere renunciar. Los perros de la guerra sacan tantos beneficios de su ventas que las posibilidades de establecer la paz en el Cercano Oriente son remotas, por no decir imposibles.

Periódicamente, cada vez que Israel pierde la paciencia por los asesinatos y secuestros de sus ciudadanos y la lluvia incesante de cohetes que Hamas dispara contra su territorio, toma represalias contra sus agresores. En esta oportunidad se trató de 3 chicos que volvían a casa al salir de la escuela; unos árabes los secuestraron, y martirizaron. Las autoridades israelíes los buscaron hasta encontrarlos degollados en un barranco de Gaza. El mundo libre NO CONDENÓ estos asesinatos, ni siquiera la izquierda española se dio por enterada aunque comprendieron que Israel tomaría represalias. Y lo hizo contestando a los morteros de Hamas con cohetes dirigidos a los cuarteles y escondites de los terroristas. 

A fin de evitar la mortandad indiscriminada de civiles, antes de destruir el objetivo, generalmente casas que sirven de acceso a los comandos terroristas, las fuerzas de Israel envían un mini-cohete de advertencia para que los civiles abandonen el lugar y pocos minutos después destruye el objetivo y el arsenal que contenga. Paralelamente persigue a Hamas y "neutraliza" a sus hombres enviándolos a visitar el paraiso de Alha con cohetes inteligentes. A pesar de las precauciones, han muerto 30 soldados israelitas y 260 palestinos entre terroristas, colaboradores, madres de terroristas, aprendices de terroristas (12 a 15 años) y futuros terroristas (4 a 11 años). En este sentido es bueno comprender que en Palestina los que no sean terroristas o simpatizantes de Hamas son ajusticiados.

En el mundo libre se han alzado nuevamente las voces contra  la destrucción de Gaza, los tanques sembrando muerte y los "asesinatos de niños" palestinos (demonización del término), pero no se ha escuchado a esos mismos izquierdosos exigiendo que Hamas pare su sistemático lanzamiento de cohetes contra Israel en tiempos de paz, ni reaccionaron frente al brutal secuestro y asesinato de los tres estudiantes israelitas. Tampoco se escandalizan ante los túneles que Hamas ha construido desde Gaza para penetrar a Israel y cometer asesinatos y atentados, pero claman histéricamente porque Israel los está destruyendo.

Como europeo me siento indignado ante la chusma miserable que ha sembrado la muerte en Occidente: las Torres Gemelas, el Metro de Londres, el tren de Madrid... Podría seguir enumerando circunstancias que han acabado con miles y miles de vidas inocentes sin que la Izquierda alce la voz contra los asesinos árabes. En cambio nadie reconoce que Israel jamás haya levantado un dedo contra Occidente. Y encima pretende ignorar que 4 millones de israelitas están rodeados y permanentemente amenazados de extinción por los 600 millones de árabes que los rodean. 


Sin ser judío, la experiencia sufrida por el fanatismo islámico me inclina a respetar Israel y despreciar al mundo árabe. Es lo mismo que siento ante las fotos aéreas de Tel Aviv y El Cairo. Por otra parte, la sociedad israelita es abierta y en su cultura la mujer es respetada, la ciencia y tecnología practicadas y las artes cultivadas. Como europeo estas características me son familiares. 

En el campo emocional el fanatismo ciego del Islam, su menosprecio a la mujer y evidentes deseos de vivir en la miseria, me causan repulsa y asco, especialmente cuando los árabes que emigran a Europa pretende llevar consigo e imponernos sus conceptos morales, el bestialismo que les caracteriza y nos desprecian porque amamos y respetamos a nuestras mujeres e hijas a quienes se refiereren con el término "puta" cada vez que tienen la oportunidad. 

¿Qué pretenden las izquierdas de Europa? Seguramente, al igual que Hitler y los nazis, desean el exterminio de los judíos, dentro y fuera de Israel y les molesta que sean capaces de existir como nación y defenderse para sobrevivir. Aclaren sus ideas porque el socialismo y la estupidez no se entienden juntas.



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