viernes, 12 de diciembre de 2014

HEROE DEFENSOR DE LOS DESAMPARADOS



El fiscal Pedro Horrach pasará a la historia de España como el libertador de los indefensos. Este personaje tuvo la suerte de merecer ser el acusador (por el Estado) en el juicio a la Infanta Cristina y su marido, el espigado Urdangarín. La causa recayó en el Tribunal del honorable juez José Castro, quién decidió enjuiciar a ambos personajes por diversas travesuras propias de la Casa Real: Estafa, apropiación indebida, falsedad documental, cohecho, asociación para delinquir y paremos de contar para no cansar al lector. 
Parece ser que al marido, protagonista principal de esas y otras calaveradas, el Juez Castro lo quiere colgar por las que le cuelgan hasta que se pudra. No es por casualidad que el juez Castro y el fiscal Horrach sean viejos amigos, pues ambos han colaborado en múltiples oportunidades para que la Justicia impere en Baleares. En el caso que nos ocupa, a la Infanta, socia por partes iguales en las empresas fantasmas de su marido y gastadora del dinero estafado, Castro habría pensado en ponerla a la sombra durante algunos años, entre 1 y 6 por lo que sabemos. 

La familia de Cristina, léase Casa Real, contrató la defensa de su niña al Bufete Roca, que ha empleado todos los recursos de la ley y algunos más para desvirtuar la verdad y la atención del público, pero ha sido el Fiscal PEDRO HORRACH el gran héroe de la defensa. Este maravilloso Fiscal logró descubrir la inmensa trama de perversión que había sufrido la Infanta Cristina, víctima de su pérfido marido desde hace años. Ese villano, conocido como Urdangarín, aprovechando el tesoro que lleva entre las piernas, supo meterse en la Familia Real, esclavizar a la Infanta, secuestrarla en un cuarto oscuro y valiéndose de la escasa conciencia de la chica, cometer infinidad de tropelías en su nombre. 


El abogado Roca, contratado por el Rey Juan Carlos, explica que ese hombre ha encadenado a la Infanta con "amor". Así de simple: como Cristina lo ama intensamente - explica Roca - hace cualquier cosa, firma lo que sea, atestigua lo que le mande y se acuesta o levanta según ordena su amo. De ello tenemos pruebas gráficas elocuentes.  


Algunos enemigos de España se han atrevido a lanzar alegatos de culpabilidad consciente contra la Infanta: esa mujer, afirman, está licenciada en Relaciones Internacionales, es ejecutiva en La Caixa, ha representado a España en diversos eventos internacionales y pronunciando discursos defendiendo diversos temas de interés mundial. Pero quienes conocemos la verdad sabemos que se trata de un escenario ficticio, un teatro de ilusiones manipulado por su marido. Hasta el diploma universitario a nombre de Cristina de Borbón y Grecia fue gestionado por el estafador sin que ella se enterase ni pasara por las aulas. 


En la foto superior podemos ver a una falsa Cristina dirigiéndose a las oficinas de La Caixa en Barcelona, seguida por un cómplice de su marido. En realidad se trata de un maniquí asombrosamente parecido a la Infanta, que está siendo manejado desde atrás con hilos invisiblesEn la foto de la izquierda, vemos a Urdangarín en familia, pero es una imagen trucada. Se trata del protagonista sosteniendo una foto de cuerpo entero de varios niños y la Infanta, un vil un montaje que ha empleado para embaucar a honestos funcionarios como Jaume Mata, ex Presidente de Baleares o Rita Barberá, humilde matrona valenciana, que cayeron en sus garras.

La declaración de la Infanta Cristina ante el Juez Castro se caracterizó por su total sinceridad, según indicó el Fiscal Horrach. En su empeño por colaborar con la investigación respondió más de 400 veces: "no sé", "no vi nada", "no estaba enterada" y expresiones parecidas. Lo cierto es que la pobre mujer es verdaderamente idiota, quizás sufra de parálisis cerebral, condición complementado con un amor infinito, descomunal como el Sahara, hacia su marido, lo que explicaría que haya estado tan cerca del delito permanente sin enterarse. Además de estúpida debe ser ciega, sorda y seguramente muda, ya que en todos estos años no se había quejado de su esclavitud. Quizás ello explique que la ONCE esté interesada en contratar sus servicios de imagen.


En conclusión, felicitemos a a Pedro Horrach por su labor humanitaria en favor de los desposeídos, de los retrasados mentales, de los imbéciles, sordos, mudos y ciegos del mundo. Gracias a él la justicia triunfará en España y una buena mujer, humilde en su ignorancia y desbordada por su amor ciego, se librará del destino que le esperaba por haber disfrutado a plenitud pero "inocentemente" del delito.


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