sábado, 6 de diciembre de 2014

UNA INCOGNITA LLAMADA PODEMOS

DEDICATORIA:
La columna de este día va dedicada a los amigos que, viviendo lejos de España, siguen con entusiasmo el devenir de esa tierra. La dedico muy especialmente a mi buen amigo Juan Luis Bilbao Vidal, víctima como yo de un gobierno oprobioso. 

 La formación PODEMOS, recientemente formalizada como partido político en España, constituye una incógnita para el futuro de ese país de la cual confío que se libre Cataluña. A pesar de las muchas infamias que el bipartidismo haya y siga lanzando contra esa organización "revolucionaria", existen razones para creer que ya se ha constituido en un polo de poder político que modificará las tomas de decisiones de Madrid en el futuro. 




La virulencia de los ataques del mundo político, empresarial y de la prensa en general, persigue desacreditar a las jóvenes figuras de Podemos, sin detenerse a pensar que los votantes hemos alcanzado tal grado de descrédito en la clase dominante, que sus insultos y críticas son entendidas como certificados de garantía a Podemos. A ello debemos agregar que los voceros de la prensa son agentes públicamente pagados por el mundo empresarial. 



El joven y dinámico líder del nuevo partido, Pablo Iglesias, junto a sus más cercanos dirigentes, todos universitarios con pos grados y doctorados, conforman un grupo de armas tomar, cuyo discurso empequeñece sin piedad a los portavoces del Estado. Periodistas y políticos aventureros que aparecen en los platós de la tele para agredir a Podemos, son destrozados uno tras otro, desnudados de sus disfraces y ridiculizados sin piedad ante la audiencia. El subdirector de un diario madrileño, Eduardo Inda, que ha dedicado su actividad periodística pagada a la labor de criminalizar a Pablo Iglesias, se ha convertido en un vulgar payaso de los platós de opinión, un caso parecido al de Paco Marhuenda, cuya conocida actitud de superioridad intelectual ha ido dejando paso a la frustración mal disimulada y rabietas graciosas ante la pantalla.


Esa violencia verbal se debe a la falta absoluta de moral que ha invadido los pasillos y rincones de la política española. Ningún político está libre de sospechas; hasta la Monarquía ha dado ejemplos desfachatados de inmoralidad. 

Entre los integrantes de los poderes civiles nadie parece libre de mancha, incluido el Presidente, Senadores, Diputados, Ministros, Jueces... La descomposición oficial ha llegado al extremo de emplear los cuerpos policiales para agredir a la población y para espiar, difamar y crear expedientes falsos contra posibles contendientes políticos del Estado.
Por desgracia, esta agresividad paranoica de la política y de poderes económicos contra PODEMOS, nos llevará a caer en las falsas promesas de esa organización. El odio desatado contra Pablo Iglesias y sus seguidores más cercanos, es un veneno que emponzoñará la toma de decisiones radicales en el momento de las votaciones. Cual un efecto rebote, el electorado ejercerá su venganza contra el poder oprobioso del Estado y sus socios, ese poder oscuro y perverso que ha venido dominando a España desde hace cientos de años. Se vengará votando masivamente por Podemos, confiados en la falsa hipótesis de que no puede haber un gobierno peor que el actual.


La realidad imperante es que el Gobierno del Partido Popular nos está lanzando en brazos de PODEMOS y proyecto veladamente comunizante, como lo han sido los procesos políticos de Cuba, Venezuela y otros países que, bajo el manto del Movimiento Bolivariano, han arrasado con todas las instituciones de esos países y sumido a sus pobladores en la miseria de la política bananera extrema más terrible. Pablo Iglesias, poseedor de un verbo convincente y admirador declarado de regímenes totalitarios como Venezuela e Irán, trata de vendernos disimuladamente las bondades de tales experiencias, pero yo, que he tenido la desgracia de vivir la revolución venezolana, puedo rendir cuentas y describir su proceso evolutivo. Es el mismo camino que está siguiendo España: corrupción, más corrupción, destrucción del tejido social y desastre político.

Hugo Chávez y su régimen semi-terrorista fueron la consecuencia del desgobierno sostenido del bipartidismo ejercido desde Caracas. Socialistas (A.D.) y Conservadores (Copei) estuvieron monopolizando el poder en Venezuela durante 40 años. De común acuerdo, igual que en España, esos dos partidos desarrollaron un mundo de inmoralidad y latrocinio apabullantes, que se sostuvo bajo la protección de un Poder Judicial politizado, cuya subordinación permitió que los partidos políticos se limpiasen el trasero con la justicia, la moral y las buenas costumbres. 
Cual complemento inevitable, los políticos criollos crearon una clase "empresarial" propiedad de sus amigos, que funcionaba con la protección y recursos del Estado, además de los subsidios millonarios habituales, préstamos a pérdidas, extorsiones y comisiones constantes. Hugo Chávez, auténtico militar bananero, acabó con ese Estado putrefacto y con todo lo demás, pero cual estadista fracasado, fue incapaz de reconstruir el país. Ese militar cuartelario solo sabía destruir y matar y a su muerte, dejó Venezuela en manos de Maduro, un analfabestia, para que nadie haciera sombra a su memoria. 


Viéndolo en perspectiva podemos afirmar que Hugo Chávez solo fue el hijo putativo del bipartidismo venezolano, igual que PODEMOS habrá sido la consecuencia del dúo PP-PSOE. Por fortuna, en Cataluña la presencia de Podemos es menos destacada que en el país vecino. Debemos agradecer nuestra buena fortuna a una menor podredumbre oficial y mayor cultura política de la población que, desde años atrás, decidió desprenderse de la condición de siervos para asumir el papel de  ciudadanos.

Hugo Chávez, como Pablo Iglesias, negaba ser comunista. Afirmaba que trabajaría con todas las fuerzas vivas del país y que ayudaría a promover la iniciativa privada. Ya en el poder, acabó con todo lo que tuviese visos
de "capital", iniciativa e intelecto. En Venezuela una sola organización empresarial ha resistido la fuerza destructiva del chavismo: el Grupo Polar, de capital privado desde comienzos del Siglo XX, productor de alimentos y bebidas, que paulatinamente ha rediseñado su estrategia geográfica y movido los centros de producción fuera de Venezuela para sobrevivir. 

Ese es el futuro que le espera a España y no deberemos achacarlo a PODEMOS sino a sus padres, a las fuerzas del mal que obligaron su presencia: los sinvergüenzas del Partido Popular y los falsos socialistas del PSOE, dos partidos que han promovido y protegido a los criminales que, disfrazados de políticos, han hundido a España, fomentado  la quiebra de las micro-empresas y el desempleo, las estafas públicas de Bankia y Caixa Catalunya, los cientos de miles de desahucios, el suicidio por desesperación, la desaparición de la clase media, el exilio de nuestros profesionales y el cabreo de la población. 

Los padres de PODEMOS son los jueces que dejan sin castigo a ladrones y estafadores de la cosa pública, los que han echado a la calle a los jueces que pretendían imponer sentencias. Son los cuerpos policiales que han actuado cual viles asesinos de una población indefensa, los empresarios que aprovechan las leyes miserables del Gobierno para negociar con el hambre y esclavizar al trabajador, son los banqueros que han robado sin medida los ahorros de los jubilados...

Me veo en la necesidad de dejar esta página sin concluir. Discúlpame Juan Luis. Es que la grosera inmoralidad del Gobierno de España me produce ganas de vomitar. 

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