viernes, 26 de enero de 2018

"A POR ELLOS", la frase inolvidable


Días atrás Enric Millo, Delegado del Gobierno de Madrid en Cataluña, tuvo la desfachatez de advertir que ya era hora de olvidar el 1º de Octubre. Este personaje se refería  a dar por pasados los palos, las heridas, las ofensas, la invasión y el "A por ellos", como expresión de dominación inmisericorde hacia los enemigos de España. Era la misma expresión que empleaban las tropas castellanas para entrar en calor antes de lanzarse a la batalla contra moros, ingleses, franceses o flamencos, salvo que en aquellas batallas cargaban contra soldados armados hasta los dientes y el 1º de Octubre fue contra ciudadanos pacíficos, hombres, mujeres y ancianos que sostenían una papeleta entre los dedos esperando su turno para votar.


Ese 1º de Octubre más de doce mil "valientes" armados con uniformes protectores rígidos de choque, botas y guantes con refuerzos de acero, cascos, palos y en algunos casos fusiles y gases irritantes, atacaron sin miramientos a quienquiera que encontraron en su camino para hacerse con urnas y papeletas de votación custodiadas por gnte de paz, demócratas que ejercían su derecho al voto. Las hordas criminales golpearon, hirieron, rompieron miembros, arrastraron hombres, mujeres y ancianos por el suelo, rompieron escuelas y destrozaron bienes sin miramientos ni consideración, en "cumplimiento" de una orden judicial española.

Acostumbrados como están a enfrentar gamberros socialistas, demócratas indeseables o unir fuerzas con bestias neo nazis y falangistas para defender a España, no se ocuparon por disimular el odio que mostraban a través de sus caretas protectoras mientras se cubrían de gloria  atacando trabajadores y amas de casa, autónomos y comerciantes, artistas y universitarios, escritores y académicos, científicos y médicos, ingenieros y editores... Entre ellos, había muchos abuelos y abuelas que aspiraban y siguen soñando con ser libres como los otros pueblos de Europa. Entre las víctimas también hubo niños ese día, pocos por fortuna, hijos de quienes no encontraron con quienes dejarlos para ir a depositar su voto.

Desde luego entre las víctimas no se encontraban ilustres ladrones y corruptos españoles como la hermana del Rey Felipe ni su marido, no estaban Ana Mato ni Rodrigo Rato, Luis Bárcenas y M.Rajoy ni los más de 900 ladrones de los dineros públicos que están siendo procesados por la justicia. Eso explicaba que las hordas madrileñas hubiesen recibido la orden de cosechar sangre a discreción en Cataluña. Algunas de esas bestias entusiasmadas atacaban al grito de "Viva España", otros repetían "A por ellos" y uno que otro dejó escapar el consabido "Viva Franco", un sentimiento que sigue formando parte de su adn. 

¿OLVIDAR? se atreve a sugerir Enric Millo, mejor conocido como el Camaleón . O sea que además de víctimas exige que seamos cómplices de sus canalladas. No señor Millo, su cobarde pero sangrienta agresión jamás será olvidada por las víctimas. Padres, madres y abuelos, escritores, actores, maestros y académicos, se lo explicaremos a nuestros hijos, nietos  y alumnos para que comprendan la clase de gentuza cobarde que manda en España, el país enemigo que nos mantiene subyugados por la fuerza de las armas. No lograrán que los guardias civiles vuelvan a ser vistos como garantes de la paz ni la policía española aceptada como funcionarios públicos. En Cataluña se comportaron como lo que son, basura social, y eso será lo que explicaremos a nuestros hijos. Que carguen con las consecuencias igual que nosotros tuvimos que sufrir las heridas.

¿OLVIDAR el 1º de Octubre? Jamás. Yo seguiré el ejemplo de miles y miles de catalanes que cultivamos y seguiremos manteniendo vivo en nuestros descendientes el recuerdo de la atrocidad de ese día, enseñándoles las imágenes de sus enemigos, las caras de Rajoy y Zoido, Sánchez y Rivera, Soraya y los demás verdugos que dirigieron la barbarie. Grabaremos las imágenes de esa gentuza en la memoria y conciencia de nuestros descendientes para que jamás olviden quienes mandaron a pegarle a su madre y arrastraron a su padre por la avenida Universidad mientras uno de esos cobardes le arreaba palos en la cabeza y otro le pegaba con las botas en las costillas.

¿OLVIDAR el 1º de Octubre? Jamás, Sr. Millo, jamás.



No hay comentarios:

Publicar un comentario