jueves, 1 de febrero de 2018

EL ARTE DE LA DESINFORMACION

Don Iñaqui Gabilondo es una excepción
monumental en el periodismo español: hombre
serio,veraz y analitico de alto prestigio.

La COMUNICACIÓN DE MASAS es una actividad múltiple y compleja que, como otras profesiones humanas, tiene diversos propósitos. Veamos algunas profesiones.

MEDICINA: existe para curar a los vivos, prevenir epidemias o trabajar con cadáveres.
INGENIERÍA: Su propósito es construir nuevo y readaptar lo viejo, pero también demoler lo que haga falta.
AGRONOMIA: producir alimentos o destruir plagas vegetales y animales, según convenga.
PERIODISMO: informar, investigar y desinformar.


En Pedro J. Ramírez la verdad nunca
fue su meta. Fue un periodista a la
inversa que empleaba la profesión para
ejercer poder sobre el Poder.

He dejado el periodismo como último ejemplo porque el ejercicio de la información en España es el motivo de esta columna. En realidad me referiré a la desinformación porque el periodismo español se ha pervertido a tal extremo  que la mayoría de los medios se dedican a mentir antes que informar. Hay quienes afirman a manera de chiste, que ni siquiera creen en la fecha que indican los diarios porque desconocen su intención. Algunos medios mienten con tanto descaro que en vez de disimularlo se ufanan de ello pervirtiendo la profesión. Algunos ejemplares de esta fauna periodística española llegan al extremo de anticipar y burlarse de las consecuencias que han de enfrentar porque, al final, sus patronos externos, además de pagarles, afrontarán las costas y multas ¿Recuerdan la noticia con la falsa carta de la CIA que habría llegado a los Mossos d'Escuadra antes del atentado terorista? Solo es un ejemplo casi inocente.

¿Es acaso la desinformación una canallada recién inventada en este Siglo? Absolutamente no; ha existido desde el inicio del hombre en la tierra, anterior en  milenios a la información positiva. La información veraz era perseguida a lo largo de los tiempos a causa del peligro que representa para los poderosos. Solamente ellos tenían el derecho a la información y la que pudiese llegar al pueblo era tachada de indiscreciones, estupidez e incluso espionaje que se pagaba frecuentemente con la horca o la espada.


F. Marhuenda es un ejemplo vivo de periodismo a
disposición del Poder, sin pizca de vergüenza. Como 
periodista de la desinformación merece una placa en
la sede del Partido Popular.


La desinformación era el estilo habitual de la comunicación de masas, para hacer ver que el Soberano era magnánimo y que amaba a sus súbditos. Repetían que el Primer Ministro era un hombre sabio, el Obispo virtuoso, los jueces hombres de moralidad comprobada, las mujeres seres inferiores y los enemigos de nuestro Señor Feudal engendros del Infierno cuya desaparición traería bienestar a nuestra provincia, región, condado o nación ¿Les recuerda algo?

Los ejemplos más comunes de la desinformación son los tratados de Historia. En los libros podemos enterarnos de la vida heroica de los vencedores de las guerras porque siempre han actuado impulsados por su amor a la justicia. 
El periodismo que practica E. Inda se basa en alianzas
perversas y la desinformación a base de infamias.

 Ha pasado por múltiples demandas por difamación
sin castigo porque cumplía su obligación.
Los perdedores de la II Guerra Mundial fueron ajusticiados porque perdieron la guerra, hecho que los convirtió en demonios. Si hubiesen ganado, los textos de Historia hablarían de sus virtudes. En vez de ser tildado de loco criminal, Adolfo Hitler sería un ángel mítico y Goebbels el pilar que sostuvo el esfuerzo justiciero a pesar de los infames ataques de los perversos Aliados.

Lo que sucede en España con la prensa escrita y visual está considerada como una anomalía en Occidente. Al contrario de lo que se comenta, con es culpa de la corruPPción que agobia al país en este Siglo, sino una consecuencia de sus tradiciones absolutistas. 
Cristina Pardo es un ejemplo de periodista que quiere ser
profesional y seria, aunque su costumbre de proteger al
Poder Central como si se tratara de España, la obliga a
prejuzgar todo aquello que se oponga a los dictados o
caprichos del Gobierno, inclusos sus a víctimas, sin
mayores consideraciones a sacrificar principios.

Mientras los países de Europa han seguido la senda marcada por el periodismo de Norteamérica, en España han mantenido la tradición de existir para apoyar al Poder y llevar vida de cortesano con sus dádivas. Buena parte de los periodistas piensan que su razón de ser es repetir lo que les mandan o, en el mejor de los casos, darle forma legible a las vulgares ideas, excusas o perversiones que reciben o escuchan en los pasillos de Palacio, el Congreso e instancias judiciales.

Un ejemplo típico lo tenemos en la última moda de calificar de "prófugo" al President Carles Puigdemont sin tomarse la molestia de mirar el Diccionario. A los periodistas españoles la boca de cualquier vocero del Estado representa la fuente de la verdad, sin tomar en consideración sus condiciones morales, intelectuales o afición a desplumar el Tesoro Nacional. En este caso el President de Catalaña no está huyendo de la Justicia Española, que  ha desistido de la orden internacional de búsqueda y captura. Lo que no puede hacer es venir a España, o sea que Puigdemont está EXILIADO, pero los medios de prensa entienden que a los círculos del Poder les place oír como insultan a sus opositores. Además, los borricos que pastan por los lados Castilla, Aragón y Extremadura, educados en el odio a Cataluña, devoran sus diarios para recrearse con sus mentiras. 

¿A qué se debe este despropósito de la actividad comunicacional española? Hay varias explicaciones que conducen a la misma conclusión:


J. Lozano se especializa en verter su "periodismo" en
los micrófonos, aunque su estilo y contenido son más

propios para dejar el water. 
1- Se trata de profesionales que ha estado históricamente al servicio de la Corte y no ha entendido que podría ser periodistas honorables. Mientras tanto siguen siendo voceros del Gobierno, ya sea nacional o local, lo que explica por qué muchas noticias salen al aire antes de que el mismo Gobierne las haga públicas. Algunas sentencias llegan a la prensa antes de que las firme el Juez, incluso antes de que le llamen para ordenar lo qué hacer.


Por esta caricatura referida a los actos de
la Policía del 1º de Octubre en Cataluña,
 su autor fue despedido de
 20 Minutos,

2- Por cuanto la mayoría de los medios dependen de dádivas del Estado en forma de anuncios, subvenciones o simples regalos, hay que ser obediente para alcanzar el éxito económico y asegurar la estabilidad laboral. El humorista Eneko es ejemplo vivo de las consecuencias que trae unir la verdad al periodismo. 

3- Los dueños de diarios y medios audiovisuales forman parte indivisible del Poder económico que controla el Estado español sin medias tintas ¿Se imaginan que la BBC recibiese órdenes de Downing Streer o The New York Times fuese el vocero de la Casa Blanca y Secretaría de Estado? A pesar de su poder moral, jamás osarían publicar una declaración de guerra sin antes haber pasado por la aprobación del Parlamento o el Congreso.

4- Los Directores de información están al servicio de los "principios morales" de los propietarios de los medios y los periodistas que no se avengan a las reglas de la casa se van al carajo. Un caso de esta década nos refiere a Pedro J. Ramírez, que pretendió enfrentar a Rajoy y lo echaron por la ventana de la cocina. En descargo de los propietarios del periódico vale recordar las presiones a las que fueron sometidos, tan grandes que  hasta la venta de un medio de prensa ha de pasar por el ojo del Estado, que se asegurará, como en el caso Prisa, de que termine en manos "confiables".


Cristina Pardo será mejor periodista de lo que ya es,
cuando logre desligarse profesionalmente de los
intereses de Estado que dominan su medio y le
permitan ser realmente objetiva
5- Por último tenemos la desgracia de contar con escuelas de periodismo de poco contenido profesional. Claro está que los premios a esta profesión nunca van a los periodistas. Una estatuílla que mostrase una lengua lamiendo los escalones del Poder sería más adecuada para señalar las metas que deben continuar guiando a los premiados.

En conclusión ¿tiene remedio el periodismo español? Sí, naturalmente ¿Cuándo? No antes del fin de este siglo, aunque para entonces los medios de prensa ya no serán como los conocemos. La salvación de la información confiable está en la cibernética: Twitter, Whastup, Facebook y similares, que recorren el mundo a la velocidad de la luz ¿Propalan falsedades? También, de vez en cuando, pero casi inmediatamente se auto corrige y además contiene varias ventajas: son universales con millones de autores, no los controlan los Gobiernos, admiten todas las tendencias, nadie gana un sueldo por lo que escribe y finalmente no están sometidos a censura previa.


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