lunes, 19 de enero de 2015

A PESAR DE TODO, ESPAÑA DA LASTIMA


Dignos de lástima son los habitantes de aquellos países cuyos Gobiernos causan risa o temor. Temor por sus métodos autoritarios, la violencia que despliegan y las muertes que causan. Temor también a sus políticas erradas que solo traen hambre y miseria. Igual de terrible es la vida de los países cuyos gobernantes causan risa por su ridiculez, sus diagnósticos y discursos plenos de promesas imposibles y evidentemente descabelladas. España es uno de los países que reúnen ambas condiciones: un Gobierno corrupto, violento, ridículo hasta el extremo y que encima se burla de las miserias que le ha traído al país.

Nadie podrá negar que el Gobierno de España es autoritario. Ni siquiera el ojo vigilante de las autoridades europeas ha impedido que Madrid emplee las fuerzas policiales para agredir a la población, echar gente de sus casas y ensangrentar manifestaciones pacíficas de jubilados que se quejaban por las estafas escandalosas que han sufrido a manos de los bancos. 
Además, ese Gobierno aplica políticas de recortes masivos en educación, exhibe inamovilidad apabullante ante la crisis económica y se afana en la destrucción de la sanidad pública, campaña que ha acabando con la salud como derecho constitucional y reducido la expectativa de vida de la población.  

Unida a la incapacidad política, la corrupción galopante del Gobierno de Rajoy ha alcanzado niveles de tsunami colectivo. Pretendiedo minimizar sus efectos, Mariano Rajoy y sus Ministros se burlan descaradamente del país con explicaciones y promesas de una ridiculez esperpéntica. Parecen vivir en un país desconocido al que llaman España, un país feliz donde la miseria y el hambre no existen, un lugar habitado por ciudadanos agradecidos y jubilados felices. En ese país de Mariano no hay enfermos, jamás han oído hablar del ébola y la Hepatitis C, el desempleo es un término extraño y el único problema infantil es la gordura.

¿Que podemos hacer? "Votemos al PSOE", sugieren algunos, sin percatarse de que esas siglas pertenecen a un partido político con las mismas características y aspiraciones del de Mariano, el Partido Popular. También el PSOE gobierna para sus patrocinadores: los bancos y la patronal empresarial. Pero ¿qué pasa con Ciutadans y UPyD? Esos partidillos tampoco pintan gran cosa en el panorama electoral español. Solo el nuevo Podemos amenaza cambiar la situación política de España. 

¿Sería esa la salvación de los miserables que viven en España? No lo creo. "Podemos" está inspirado en el chavismo del Caribe. Teniendo a Hugo Chávez cual modelo filosófico a seguir, aplicaría un esquema parecido al socialismo caribeño del Siglo XXI, una mezcolanza de ideas comunistoides, estatización, persecución a sus opositores y expropiaciones. O sea, lo mismo que le recetaron al inefable coronel venezolano, el loco que llevó a Venezuela a la fosa de la miseria y hambruna más terrible de la historia latinoamericana.


Así pues ¿Qué hacer? Pareciera que solamente nos quedaría rezar, rezar mucho, muchos rosarios, cientos de Padrenuestros, miles de Credos y millones de Avemarías, para que las dos generaciones de políticos que monopolizan el poder político y la justicia en España, esa banda de ladrones y ladronas descarados, mueran víctimas del cáncer terminal o la peste negra antes de Julio venidero. Quizás su desaparición permitiría reemplazar a esa chusma maloliente del PP y el PSOE con políticos nuevos, gente que no haya tenido tiempo de aprender las malas mañas.

¿Y qué hacer con Podemos? Como catalán, yo me olvidaría de esa aventura descabellada que nos llevaría al abismo. Sus actos de gobierno no pasarían de ser un juego de salón para cambiarle los nombres a las instituciones, mandaría los acreedores a tomar viento entre carcajadas, calificaría de "enemigos del Estado" a los emprendedores, profesionales y trabajadores. 

Sobretodo, igual que están haciendo sus predecesores, robaría a dos carrillos hasta saciar el hambre atrasada. Para ello deberán corromper a marchas forzadas lo alta oficialidad de la fuerza armada y sustituir los jueces inservibles del presente con otros peores pero revolucionarios. Esa fue la receta que recomendaron al Gobierno de Venezuela, del que tantas maravillas siguen hablando.


 El resultado del asesoramiento de Podemos al Gobierno de Venezuela lo constatamos con los enfrentamientos permanentes en las calles de sus ciudades, la persecución implacable a los opositores bajo la acusación de "traidores" o "escuálidos", las filas para comprar pollo, harina, una lata de sardinas, papel higiénico, una maquinilla de afeitar o cualquier otra cosa de consumo habitual que 12 años atrás abundaba en los supermercados.


De la educación y la salud revolucionarias, basta ver los transportes escolares y las salas de los hospitales revolucionarios, especialmente las emergencias y salas de recién nacidos, donde la Revolución acoge a los nuevos ciudadanos. 


Parece ser que en España los catetos piensan votar a podemos. Para nosotros los catalanes tanto mejor, porque todo lo malo para España es bueno para Cataluña, de manera que sean felices, dejen que los revolucionarios de Podemos los engañen con sus cantos de sirena y brinden a la salud del Infierno.

Desde luego, en Cataluña no votaremos por los asesores de Hugo Chávez, pueden tenerlo por seguro. Aquí nos preciamos de tener sentido común. Los chicos de Podemos nos dan miedo y yo, como muchos otros, haremos campaña a la contra.


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