sábado, 4 de octubre de 2014

EN EL LABERINTO DEL TIEMPO




El conflicto entre ESPAÑA y CATALUÑA, harto comentado en estas fecha en el plano internacional, se ve adornado constantemente por los comentarios del Gobierno que ensalzan la habilidad del Presidente Rajoy para jugar con el tiempo. Como todas las virtudes, esa habilidad depende del cristal con el que se mire y refrendada por los resultados que produzca.





Que Mariano Rajoy juega con el tiempo es una verdad como la Catedral de Burgos. Desde que en 2012 Artur Mas le propusiera suscribir un convenio de financiamiento para Cataluña, no ha sugerido respuesta alguna. Una correspondencia posterior en la que A. Mas proponía analizar 23 puntos de conflicto entre España y Cataluña, fue olímpicamente ignorada. Tampoco se inmutó Rajoy ante las demostraciones multitudinarias del pueblo catalán en 2013 y su clamor de independencia


Para Rajoy el tiempo fue pasando inmutable, firme e insolente como Gibraltar. Pero !Ho sorpresa! he aquí que de pronto, sin aviso previo, en pleno Diciembre de 2013, el Gobierno de Cataluña decidió actuar y convocó a elecciones plebiscitarias para el 9 de Noviembre de 2014. Inmediatamente España desempolvó el garrote constitucional y amenazó con emplearlo. Siguió amenazando día sí y día también, hasta que aprendimos la letra del cante. 

Desde aquella fatídica fecha decembrina, los labios del gallego Presidente solamente se han abierto para amenazar a Cataluña con el garrote constitucional. Las amenazas han llegado invariablemente por vía indirecta, a través de las pantallas de TV. Parece ser que el Presidente le tiene terror a la prensa y mucho más a hablar sin un papel por delante. 

Diez meses después, ya sentenciada la Ley de Consultas de Cataluña y firmada la convocatoria para el 9 de Noviembre venidero, Rajoy y sus Ministros dieron el garrotazo. Con una velocidad desconocida entre semejantes carcamales que lo constituyen, el Tribunal Constitucional se reunión con apenas 3 horas de preaviso, en sábado, aceptó la demanda de impugnación por inconstitucionalidad presentada por el Gobierno contra la Ley de Consultas de Cataluña, y sin siquiera leer el título dictó medida precautelar para impedir la consulta esa misma tarde. Claro está que, como sabemos, ese Tribunal está a las órdenes del P.Popular y del PSOE, con el agravante de que su Presidente y varios de sus integrantes son miembros activos del P.Popular.


Es importante recordar que desde 2010, siguiendo el juego al Gobierno del PSOE en el Gobierno,  los "intelectuales" y críticos de Madrid, escritores y periodistas, mercaderes y comisionistas, ladrones comunes y banqueros, aseguraban que el souflet catalán se desinflaría como era de esperar. Cuatro años después continúan menospreciando el conflicto con Cataluña y las críticas que se escuchan en todo el mundo. En vez de contribuir para encontrar soluciones, prefieren seguir apoyando las amenazas del Gobierno. La última  advertencia asegura que los bancos y empresas catalanas están preparados para cambiar sus oficinas a Madrid en caso de secesión. 

Esta semana varios medios de la prensa internacional con sobrado prestigio e influencia (Los Angeles Time, The Economist y Wall Street Journal entre otros) advierten a Rajoy que debería mover ficha, que se moje el culo y busque la manera de deshacer el enredo que él y sus Ministros han ignorado y ayudado a engordar. Algunos medios llegan a sugerir que el pueblo catalán tiene derecho a votar, si así lo exige la mayoría de esa población.

La respuesta oficial no ha pasado del silencio y el consabido recordatorio: "respetad la ley". Los comentarista madrileños han descalificar esos medios de prensa extranjeros y algunos han descalificado a los autores tildándoles de parciales. Era de esperar; es el estilo del nunca olvidado Imperio Español. Me recuerdan aquellos nobles caballeros  castellanos que despreciaban al "inglés", personificación de la corte de Isabel I, mientras el Almirante Nelson convertía en palillos la Armada Invencible y la hundía  vergonzosamente en el Canal de La Mancha.

 Para el gallego Mariano Rajoy el tiempo se ha convertido en un laberinto. Su estrategia del tiempo deriva del éxito logrado por su antecesor, otro gallego y generalísimo, que durante 40 años mantuvo a los pueblos de España con un fusil en la nuca. El tiempo pasaba marcando el característico tic-tac y todo aquel que se atrevía a rozar las agujas del reloj o decir tic-tOc, peor aún si se le escapaba un tOc-tOc, dejaba de moverse para siempre. El tic-tac estaba marcado por los fusiles y el tiempo continuó igual después de muerto el asesino mayor, porque el miedo mantenía a la población de España con el corazón congelado. Pero 35 años después, con nuevas generaciones de españoles viviendo en una libertad relativa, el miedo se ha disuelto, el tiempo se ha reducido y el laberinto de la prepotencia ha envuelto a Madrid en una telaraña de estupor desconocido.


A pesar de la sentencia del T.Constitucional, este sábado 4 de Octubre, 900 alcaldes de Cataluña se reunieron en Barcelona para entregarle al President Artur Mas los acuerdos de sus respectivos Ayuntamientos, resoluciones colegiadas que dan su apoyo a la celebración de la votación convocada para el 9 de Noviembre. De pronto Mariano Rajoy y sus capataces han descubierto que el garrote constitucional ya no mete miedo y que su estrategia del tiempo tampoco suena con aquel tic-tac cadencioso que mantuvo a España amordazada durante 75 años. El nuevo reloj es electrónico y no suena, solamente corre a la velocidad de la democracia del Siglo XXI.

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